Tratado sobre la partenogénesis del corazón



Notificando a la ausencia de las galaxias en espiral del polvo incinerado del amor:

Los amantes han dejado de leerse, las pautas y el rumbo han sido cambiados, están a la deriva, navegado sobre la vela agujereada por la presión acida de los sueños, se encuentran sólo al despedirse, hace tiempo que observo su campo magnético y como este separa los guisantes de la carne, las variables son aleatorias y no logro entender el sentido confuso del sentimiento, tampoco su penitencia, ni sus pestañas de cuero, estoy centrado en entender como sus pupilas de cuervo interaccionan simbióticamente con el caucho de sus parpados creando un ecosistema viciado, creo que las lágrimas de él son el gas lacrimógeno que la hace llorar, se maltratan mientras orbitan en las mascaras de zorras, el sentimiento es leve pero terriblemente dañino produciendo cortes en la piel que desembocan en costras que levitan encima de sus heridas.

La intriga se ha apoderado de mí y me ha hecho perder la idea principal de mi investigación aquella en la cual trataba de entender cómo un corazón podía reproducirse asexualmente.