De la inocencia al inocente (Tercera parte) “REVERENCIA”





Una cardiolapidación de gel encima de bufandas vespertinas, su regusto organizablemente orgánico podía defender los huéspedes y el dinero para Speedy, encontrándonos en la habitación de invitados dvd’s con los primeros atardeceres en el planeta tierra. Era el redimir de mis Levis Strauss y su ridiculez era el oráculo que enorgullecía las noches diurnas y las mañanas interiores de paz. De todas las homiliíllas y anticristos ministeriales su largo domingo nosferatular, unas primeras rosas disecadas con manteca de cerdo, sus encontronazos desconectados y unos susurros en la eternidad entre virus y encubiertas libertarias.

Encontraba en su resfriado participativo los cinturones de castiguidad y las lagunas de tos Néssica de enfermedad, todo era lo que quería, todo y la divinidad matemática de lo olvidado, por todo, lo necesario por todo, lo umbilical. El amago de la necesidad por la interpretación de los hechos y el razonamiento interior el zafón de las más infinitas torpezas, miedo a 2010, miedo a una integridad materialista y nombrable. Correctividad, y conectividad entre melancolías en barbecho y almíbar, cardíacas, no iones de maternidad.

Todo volvió a la soledad, no me reía de nada, solo de mi voluntad de no conseguir reír, mientras tanto la codicia, la estupidez y el miedo sonoro volvía a materializarse en un creek lies show de mucho cuidado… llevando una cinta naranja en el cuello. Necesitaba volver a encontrar una razón de por qué todo resultaba tan lento, una licipaina nórdica, una tos que encontraba la realidad de mi interior, el aliento de la simplicidad, el sonido de todos los más rápidos mordimientos. No todo está perdido en una salvaje cresta de la ola sino en un balcón de psiquiátrico. El misterio de trenes sin autoestopistas, con retrasos de siestas a las 5 de la tarde y volver a utilizarlo todo en días extraños de T10.

De cuando la Nocilla marcó el final de la actuación…

De la inocencia al inocente (Segunda parte) “APLAUSO”





Con metacrilatos orgánicos en sonrisas de descuentos entre ikebanas y kebabs y espeluznantes pestañas mnemotécnicas, se mantuvo en pie por su mancha de lápiz de ojos, se mantuvo sentado por el gloss que no llevaba. Todo, solo por el tiempo suficiente de participaciones ganadoras de la locura de un día D y al final desmaterializable. Todos los descendientes de una generación de matrimonios de sexo anal y encuentros expiatorios en mamografías horticultables. Nuestras atmósferas monetarias encontraban los billares en apuestas de homosexualidad y parteluces embrionarios. Unos embarcaderos lengulares desvirtualizando jardines victorianos entre whysky, coronitas y mañanas… por amor a los embarcaderos en intercambiadores de transbordos con peto fluorescente en una navidad sin cariño… “Darling… no me busques en las paginas amarillas ya todo se acabó…” manzanas que parecen piñas, una pared de glándulas en la catenaria de mis versos, todo fue un falso imperio de ositos de gominola que elucubraban su entusiasmo por la normalidad, la semilla del atardecer, la vuelta del deseo, unas cuantas razones en un té rojo, la noche, el día y esa pelota McDitta de basket, todo era el fin de año, todoterreno y manos calidas, se acabó la noche y entre la simplicidad mediocre del coleguéo los limoneros, una oculta relación de adormilones.

Todo fue tan ficticio y remarcable, que no necesité más de 5 sentencias para sucumbir y reducir mi devoción al olvido, una necesidad olímpica de desaparecer, un encuentro de personalidades de 2008, una mordaza, una mostaza. En una cesta de navidad un encuentro de todo lo que nunca quería, kebab de barrio en una chica de barrio, con ropa de barrio, una realidad de barro en un barrio de barro, así pues, la tirita y el lazo, el pendiente y el compromiso, la Fanta y la leche… y si todo hubiera sido all y oli… si… y si la puerta de embarque hubiera estado abierta y si hubiera sido el encuentro de todo lo deseado, esto fue el encuentro de una despedida, que duro casi 5 horas, que quieres… que quiero… que debo querer… que quiero querer… que debes querer… que debo querer… Esto era lo necesario, esto era lo que necesitaba, esto era lo necesitable, pero no tenia claro todo lo que necesitaba, sobre todo la opinión de las branquias apuñaladas y expectantes mientras buceábamos a través de balconadas y paredes de estrellas, las perseverancias de los fotocalls y el dinero suelto fuera de fueros, innecesarios, expectantes.

De cuando la agresión se volvió concubinato…

De la inocencia al inocente (Primera parte) “DESAMOR”





Mejor que el anterior y el vacío de todo lo anterior, y luego volvimos a encontrarnos y todo era Dra. Perfectividad, efectiva solo fue el primer lapsus espacial, una guerra de todoperdedores por encima de la noche y la corriente alterna de mis tobillos.

Y a santo de qué, continuará por un par de meses mas, mientras, yo, suspendido por ganchos por el gaznate, por el granate de la sangre consumista en orlas integrales y meteoritos de terciopelo de bello púdico de amigas necesitadas de psicólogos y espejismos de felicidad. La naturalidad de su jersey de lana, las ilusiones perras del rosa de sus labios. Las primeras presentaciones de seguros se transformaron en millones de años antes de cristo, su necesidad era la mía, las promesas encontraron su metamorfosis en mis liones de encuentros, y mas de Jean Paul Gaultier y Donna Karan, sus promesas no eran las mías, sino acropolíes destruidos de todo lo que necesitaba, esos suspiros de comportamientos extraños, que estaban perdidos en colgantes de uróboros letales en emponzoñadas emanitas disfrazadas de corazones monoparentales, y no, ya no, este fue nuestro día de los inocentes, de la inocencia al inocente, este fue el gran y esperado día cualquiera.

Me preocupaba por enamorarme y liarla parda, pero el aire saturaba mi aire y todo fue todo lo dramático que esperé que fuese, así… así… un poquito mas arriba, ahí… ahí… adentro… mas adentro… del ambulatorio, de crisis y pesadumbre costumbrista de sexo y gafas de sol rojas, hasta que finalmente mi ruleta rusa me teletransportó al campo abierto y el puterío se transformó en Edith Piafismos y MACBAcelestiales, noches de devoción primaveral en la vergüenza de ir conmigo por la calle y todo por un avión de papel.

De cuando el amar todavía nos unía…

Los armadillos rosas de 2009





Me dejé abrir por la mitad por la humanidad, se había ofuscado en la piel de ese armadillo rosa y dejó de lado sus patines en línea navegando por la circunspección del cielo de hielo en una traqueotomía. Una vez fuiste el encuentro de los tatuajes de marineros y prostitutas y con escarcha en tu pelo hiciste la revolución entre las sabanas, un acabose, un sol lunar torpemente cosido en un grano de alpiste y que al cabo de un tiempo hizo marchitar el carrusel quedando todos los caballos de juguete enzarzados en tu pelo. Unos días de bombines que se desplomaron encima de catedrales neogóticas, unas ideologías en las tablillas del Campidoglio entre estatuas ecuestres y gárgolas de plastilina. Distes la voz de alarma a todo lo que amabas, unos días felices con ligueros y cardados, el final de todo fue perfecto y de la misma perfección se rompió el hielo infernal que aunaba esfuerzos en el ombligo redentor de sus pensamientos.

La chica de pervivencia con leones, preguntó:
— ¿Que harías por amor?
El chico de las gafas en espiral:
—Me enamoraría de una rubia guapa pero tonta.
La chica:
Creo que hoy va a ser una noche apasionæntes.
El chico :
—Las noches en vela y con velas son apasionæntes, las noches con vino y que no vino son apasionæntes, las noches con proxenetas luzminiscentes son apasionæntes, las noches antes de los treinta son apasionæntes, las noches de abrigos y polaroids son apasionæntes, las noches de infartos infinitos son apasionæntes, las noches de fracasos en gritos son apasionæntes, las noches de castillos de aire son apasionæntes, las noches de luces artificiales son apasionæntes, las noches con diptongos familiares son apasionæntes, las noches con olor a pesadumbre son apasionæntes, las noches con olor a pescadumbre son apasionæntes, las noches tempranas y de membranas son apasionæntes, la noche con frío y lluvia son apasionæntes, las noches sin razón son apasionæntes, las noches atestiguadas son apasionæntes, las noches de naufragios son apasionæntes, las noches con chicas imperfectas son apasionæntes, las noches con copas de papel y desiertos de luz artificial son apasionæntes, las noches humildes son apasionæntes, las noches comiendo manzanas son apasionæntes, las noches sin promesas son apasionæntes, las noches armamentales son apasionæntes, las noches ahogadas en piscinas de porexpan son apasionæntes, las noches incongruentes, inconexas e insensatas son apasionæntes, las noches santas son apasionæntes, las noches de Marías Magdalenas son apasionæntes, las noches apasionæntes son apasionæntes… Hoy solo será una noche larga de sexo.



“Luego se abrió el cielo y apareció un dedo enorme de alguna divinidad moscovita”

FELIZ 2010*

Esparciendo corazones encorsetados en aspersores de jardín





Esparciendo en mí late night, corazones encorsetados en aspersores de jardín, mientras a fuera, oigo llover androides en ingenuinos crímenes de Enero. Barriles de centinelas espaciales en batallas de pasiones de amor por planetas extranjeros, destinos desparasitados de chicas astronautas con tirantes, venenosos dentífricos entre reglas colapsadas de donativos cienciaficticios alter-love, cilantros, cremalleras que no llevan a ninguna parte, moralejas perfectas, cuartadas imperfectas, venerables moscardones en llamas, devociones de grima y lágrimas.

Cadernera encadenada a la voluntad onírica de la tarántula, Scott colapsado en su hebilla construyendo placebos para hembras de mus de limón, sombrillas de meteoritos olvidados, capuchones de bolis vic, parabolas del corte ingles y pelis porno setenteras.

«Una conversación con mi odontólogo»
El chico de las gafas en espiral:
—Últimamente se han enamorado demasiadas personas de mí, creo que es por la luz artificial de mi habitación.
Dr. X:
—Es porque solo atrae la seguridad y lo inalcanzable y tú das esa imagen.
“Luego extirpó la caries y en su lugar puso sirope de fresa”

He perdido morir el foxtrot del mar muerto en navidad





He encontrado creer que Europa crea en todos los fandangos de ambigüedades fred astaireianas, he perdido morir el foxtrot del mar muerto en navidad, las raíces del viento de bichos luminosos en jive y las antenas en tangos de gin tonic y almidón. Ahora una depredación insomníaca en llamas recorre mis encuentros y las buenas voluntades depuran responsabilidades sambasentimentalistas de iluminación callejera, depuran subterráneos navideños de amores tatuados en bolas de discoteca. Un 2009 de gafas rojas, ideales enfundados en pasodobles racionales de pitillo y excelsos cha-cha-chás en pinacotecas naïf parisinas.

Levantando las faldas a pabellones auditivos de olivettis hermanadas, con el morro como esperanza y quitándome las lágrimas cerebrales del quickstep. Y si estas triste... no lo estés, el vinilo, la navidad, que coño se feliz!!!

La chica de los ojos tristes que le hacía reír, dijo:
—*Me gustaría que fueras infinito, no quiero*que seas mi amigo, ni mi novio*, ni mi madre, ni mi padre*, no quiero que tengas*nombre, quiero que seas mi infinito*, que no seas un numero*que no seas aplicable*a nada, que no*tengas olor, que no tengas descripción, quiero*que no quepas*en ningún sitio, quiero que seas infinito… Prométeme esa infinidad*, no es ninguna*condición, ni una obligación*, ¿ok?
El chico de las gafas en espiral respondió:
— ¿Como se comporta el infinito?
(Era navidad… pero solo en sus branquias...)

Un invierno de musas congeladas en tiroteos insulares de movie roads japonesas





La violencia de transbordadores danzando en la fresería y el brillo de un letargo de estufas precolombinas abogando por nuestro amor hacía que la sonrisa nerviosa de un fraile de chocolate concluyera una reacción de corazones encadenados al roto exterminio de mi desafinada polaridad. El amparo de una hilera de intranseúntes pararon el alma ignifuga de las pistolas redentoras, llegó la hora de recordar y desastillar sus puntos de luz circunfleja, en la oscuridad, bromas y clemátides en distantes tanatitismos, por si no fuera necesario tenía poco decorado el plenilunio. Un invierno de musas congeladas en tiroteos insulares de movie roads japonesas.

Y las esperanzas coleccionables en fascículos de cortafuegos cardiobasculares, luces artificiales y bulldogs sin ojos contribuían a parar el universo, una confabulación univergónica para eliminar los biombos estratégicos de mis relativizasiones y el polvo de mis deberes y prejuicios.

La chica de pervivencia con leones, preguntó:
— ¿Porque lloras?
El chico de las gafas en espiral… respondió:
—No lloro, solo comparo el color de mis lágrimas con las tuyas, yo tengo pantone DS230-2C y tu DS229-2C, no somos tan diferentes ¿Y tú por qué estas tiritando?
La chica dijo:
—No tiemblo, solo comparo mis temblores con los tuyos, yo soy un 1,3 en la escala de Richter y tú un 8,2…

Yo maté a Wiedersheimi ☂*





Una Lola de invierno me disipé junto a la membrana pelosa y desnutrida de mi pelusa dramática, a lo lejos dos espontáneos esnifaban el polvo de alas de mariposa encontrando un colapso escrito con tippex en mis cuerdas vocales y una edición en español de mis satíricos discerdivertimentos. Un estado salvajemente criticocular en ensayos hermetizados de semen sentimentaloidemente común y con estampados de Banksy en mis costillas de fibra óptica.

Un día llegué a embedarme supracrípticamente en tejanos televidente de doctrinas en términos de rompecabezas de placeres estéticos y copeados de amor. Un chozpar de meriendas en la ciudadela, un drama en McDonald sin conjurar, unas reminiscencias de crisoterapias en pétalos dentales de sanguijuelas homosuicidas, perdido ido ido ido entre las asfixias cronistas de mis 4 horas de pijamas de arcadas emancipadas, contemplando la natación sincronizada de pestillos sobre piscinas verticales en acantilados de bacterias y sueñecillos de caucho.

Permitidme no presentarme pero yo una vez fui Wiedersheimi...

Un inquisidor con body milk entre asteriscos





Éraser una vez un gato en el desierto,, el minino no tenía realidades suficientes para ser feliz, y como no, convirtió nociones de ofidiomática en retorcidas acusaciones, encontrando así su follar de delirios rociero, ella, una atapuerca.

El gatete de terciopelo nos encontraba en la cresta de la ola co”r”diocópica, mil pleonasmos en su áspera lengua efervescente, hermanos, en el juicio final que cubría la anatomía del criterio erróneo de un aprendizaje maquinero, esa flor de Hércules en sus egagrópilas…

Un main stream de pragmitud proporcionada, la curiosidad era una presa fácil para él, los sacapuntas, quizás le sirvieran para amasar la meuca de misantrópicas filantropias en sexto grado.

Un inquisidor con body milk entre asteriscos, un cuarteto de cuerda para piano, viola, violín y radiador, un tan humilde como un emirato, un sigo siendo ese escritor hooligan del simbolismo y la metáfora, un porculero que individúa, un yo soy aquel que cada noche te persigue, un enfermo perdido en una dicotomía, un oráculto de amor en la piel venenosa de un armadillo, un sevillano, un pequeño batracio tomcruisinesco, un he dejado mis huellas en tu congelador, un éraser un gato en el destierro.

Una guerra tan cruel que parezca el paraíso





Una guerra tan cruel que parezca el paraíso en la que poder congelar los labios de una gamba en mi tarjeta de crédito, en la que volver a tapizar de terciopelo la lápida inextirpable de mi felicidad, donde rememorar las desfiguradas corrientes de agua en un asterisco de azufre lanzado al espacio infinito de un centímetro cúbico, una pluma encolerizada sostenida en un punto de niebla, el deseo de ver de una mota de polvo estampada en el cristalino de un ciego, una guerra tan finita que solo hubiera una paz acondicionadamente infinita, en la que los consejos sean procesos en 14 ocho miles y poder vivir para siempre como en año nuevo, como en una cuna, por encima de dios y la luna.

Y arzobisparse en ocurrencias de raptos de Sabinas como en un magisterio de Notre Dame y empeñar mis descabechados trocicos de corazón en trueques de guerras subsidiarias y embelesarse con las consecuencias de un fratricidio sentimental de enfrentamientos de asteroides de papel de arroz y plumillas hipocondriacas.

…y echarnos unas sonrisas en campos de fresas maceradas, por siempre.

El rigor mortis de la sibil·la en el área metropolitana de mi fracaso





1948, Aulesia… veo las niñeras de pesticidas entre la atracción política del éxtasis del azar americano y el hilo dental de mi felicidad enredado con los cables del discman. Llegó a ser la pala y el rastrillo totémico de una prótesis asiométrica perpetrando sueños sartreanos, pienso en perspectivas contraperspectivistas de una totalidad de preocupaciones desfibriladas . Su relación palpable de los responsabilistas en una hoja de cálculo, presiones constracturadas. ¿Y yo? Un kraken con el valor de lo atrezzado en los almanes very very frightening de sus escandiNabos. Hoy ha sido de caracoles en el champagne celebrando la conmemoración inconstitucional de lo enjaulado, de lo engendrado, de la inlatitud demostacional. Dudo siempre de sus miradas primaverales en problemas legales, dudo del promedio, dudo de la trascendencia tibiana en su acorazada e infame rueda del reloj, dudo del rigor de la sibil·la en el área metropolitana de mi fracaso ¿Ambilirla al sometimiento desesperatual?.

Miro la ingratitud de los mariscos, pienso en las traslaciones arabescas entre las incongruencias piriformes del gesto automático en el sentido de lo hortera y lo peor de todo es que me apasiona, la carta a un mendrugo de pan.

P.D Enchufa la impronta mutante del retrato de mi inocencia, apaga el rigor mortis de mis versos vectoriales.

La carnicoacústica maquiaEBÉlica de Sevilla





Arraigos afrecuentados de oportunistas y pequitas en tus mejillas de álbum ochenteno en gotas de Ballantine’s. Cuando brotó el madroño sus paciencias anacárdicas reconoció la felicidad espolvoreada encimas de sus pies unos anuales dedos apuntalados en momentos de alcohol y melalcholía desmontada en el vuelo RYA 8019.

Sevilla era un embelesado entramado de maquiaEBÉlicas bondades, un desorden en la noche un sin fin de inútiles destellos carnicoacústicos emparpados de papel de celosfán fuera de encuadre, con normas sin virtudes. El chasqueo del patinaje de mis lágrimas en sus encías al despertar, con las tormentas de nata con nueces en la almohada. Saboreando el paraíso en tropiezos, la excedra asmática de sus pupilas, gatos y marmotas, encuentros y circunstancias, muchas virtudes al lado del mazapán.

La chica de pervivencia con leones, preguntó:
—¿Porque todo es tan difícil?
El chico de las gafas rojas… respondió:
—Porque no es comestible, todas las cosas que no son comestibles son difíciles.

(Las pequeñas legumbres de manos germinadas reblandecieron el alma para poder sacar la espina.)
—Ahora ya somos la limonada, la tetera y el arrancamoños, dijo él.
Ella se abrazo a un silencio y tres puntos suspensivos...

El jardín de las perfidias





Y con el frío las membranas de mis manos encontraron sus axiomillas plantadas entre turba, abalorios y aljófares. ¿Que ocurrió? Preguntó ella despechada… La respuesta se encontró en el magnicidio de sus 798 corazones.

Infinitud y las infinitudes grandilocuentes nos cegaron el primer mes, gnosis de más para hacer quinielas cardíacas en la correspondencia que nos llegaba de Manila.

De lance en lance aquel meandro fue testigo de nuestras inclemencias de aspirinas efervescentes, éramos la neurótica antitesis del balanceo de una campana de mimbre, contoneo que fue nuestro último escondrijo. Sucumbió a un letargo en almíbar un largo etcétera de voluntades y el frío adriártico, se perdió en mis aposentos entre corazones tragicomediales, joyeritos de música con percebes de bailarinas y un infinito domingo se vio obligada a abandonar el jardín, un telegrama entre sus piernas chorreantes de horchata marcaba la lentitud acelerada de lowcost hormonoides de sus macabras actuaciones.

@asiomnia se enfundó sus leggins rosas y nos encuaderno en su librito de 9 octavas.

Autopsia lunar





Aún estoy en el contrato de la vida y el aire en escabeche aun sigue en la bóveda antártica y el tímpano de un mandril y las rosas y los pistilos y las escafandras en blanco y negro, todo perpetuamente oblicuo.

No mas para desmesurar mis sándwich con queso, no mas para huir de los aeropuertos, mas aun para clavar la estaca al pepinillos en vinagre, unos días, demasiados helados, compasivos ¿quizás? Redistribuyendo normas y deberes. Desintégrales genéricas amantes del porexpán eso era el Sábado y tres meses después estaba en su funeral y yo iba disfrazado de lágrima y corazón, como si hubiese salido del musical de JULIÁN MUÑOZ, una tormenta tropical en un tequila.

Mery Jane se puso su chaqueta gris y una cardigan del 98, abrió al mendigo en una autopsia lunar, hizo una replica al concilio de Trento y se introdujo nasalmente una ralla de maternidad y otra de polvo de fluorescente, dejó en babilonia en un restaurante español un gemido y en él un escrito que decía: “ÁRMAME”

El matiz onomasticable de los días felices





Hoy es mi SS cumpleaños y aun me pregunto si los dromedarios llegaron a la estación de Sants, si los días felices siguen siendo apátridas, si las rosas y los claveles amputados aun le pertenecen, si mi moral corrige las felicitaciones, me pregunto si somos viriles, si 22 es el numero del placer industrial en el transbordo de la línea 1, si me noto modernillo o emperador, si claudico con el ejemplo utópico de Mategna, si San Sebastian aun bendice mis flechas de encáustica anyway, si Norma Duval controla Normandía, si el norte se pierde en brújulas de sombras chinescas, si Hemingway nos da de comer como a los pollos, si mi bula sigue hilando a papanatas, mojigatos, peleles y cumpleañeros menstruales, si Cárnicas González aun nos ve besarnos.

En un día como hoy de diezmo y escopetas solo merezco representar 22 nacimientos permisibles Keplerianos en una rebanada de pan 4 quesos, hierva y musgo que filtrado a partes iguales son el suspiro de un Martini déspota.

Conmerecimientos convertidos en convenios consensuados.

Jeff Koompleaños Fusil.

Impertinencias, amor y acetatos…





Lo efímero es algo que no se puede ahogar en tranquimacines, el amor es algo desnutrido en sus apéndices victorianos, desdentado en su significado griego y marchito en su plenitud desprendida de locura, la idea indefinida de amor renace de un contexto infinito, parte de un razonamiento imbecil y se dirige hacia la mas profunda soledad en pareja, acostado cada noche con un mejillón, la confluencia de ideales desiste en un imperioso corte de tallarines que deshace los nudos de papel maché de las almohadas, el amor es la muerte ecuestre, la ternura del mendigo, el romanticismo del coño…

El desorden rige la verdad monopoliza las histriónicas estadísticas de una corazonada cotejándolas con los delfinarios de apéndices de la locura del tiempo, del sentido de los sueños epistemológicos, las desestructuras completas, los ebanistas de sueños y los enSAMblajes del ayer.

La cuadratura del corazón circunvalatorio





Barro y muerte en Las Vegas. Cristalitos que se deshacían entre las córneas estalactíticas de mis encoleraciones sentimentales. Aparentemente la furcia taponaba mis ventrículas disfrazada de carnaval y me daba de beber el jugo del racimo de uvas y uñas de porcelana que emanaba de su aorta, los impertinentes diálogos que se fermentaban en su grito de velociraptor desesperaban mis patitas de cangrejo. Noches de anillos jupiteros perdidos en el polen del bálsamo de su cordero y que a sus vez hacía que nos marcáramos el pentimento, despreciando a la razón.

Urbanitas fuera de tiesto y glaucoma fucsia eso era lo que se veía desde su pulmón derecho, recostado pláteamente en su flanco derecho, agachado en mi estancia, enclavada en el ritmo metronímico de su coraçao con kohol.

Su megalopolis era el fratricidio del placton entre almendras operadas de apéndice
y las termitas de sus dientes eran bondadosas fiebres desmitificadas. Si me quieres redúceme a cenizas…

Caviar cristalino en el nombre de Dios





La mostaza seguía goteando en el reloj de arena de mi naturalidad y los dientes de murciélago apretaban mis pupilas haciendo ondas concéntricas, las noches de aquel viernes retribuían a pequeños sorbetes de champagne en las plazas de mazapán de mis riñones. En los pequeños jardines entrecomillados las sensaciones permanentemente encontradas en los escondrijos de las voces entremezcladas de Francis Lorenzo y Jaime Bores y que hacían de nativos sementales. Sus valientes libretas hipertapizadas hablaban de nuestros pequeños sueños de legumbres contratadas interprofesionalmente. Unos instantes después el ruido de sus mocasines escamó la realeza de mis percepciones y ahogó mis agallas en aquel whisky barato…

Un par de meses después nació nuestro primer hijo, un tulipán. Los monederos se mantenían en la calle y los globos llenos de helio berhanyer sembraban un trágico amanecer, se arrastraban las panderetas y las sonrisas a medio construir y entre tantas permanencias despatriarcadas seguían mis lágrimas emponzoñadas en el vaivén de sus manos, era la vez que dios había necesitado para hacer el mundo, follar y desmaterializarse.

La concomitancia aborigena





Los silencios que se escupen de las retransmisiones interpretativas complacientes y llenas de marcapasos de su pelo, las infravaloraciones de su espíritu libre, las palomas con rayos cinéticos en sus alas y las ancas que se escuchan en el pestañeo de sus ojos formulan paradojas entre las palabras escritas en sus brazos. Volver, entre sus manos y a partir de su dios, perdidos los anillos en el encuadre de mi ventana y su biodireccionalidad, su risa, el volver de mi arrogancia, las huellas plausibles de su domingo, la realidad finita en compresiones de rebeldía adolescente y algunos ruidos que no escuché por el sonido de las palomitas.

Volver, como volver envolviendo el volver de su envoltorio para revolver su vuelta y seguir volteando su cansada y olvidada contienda. Su Tiffany’s, su claroscuro, un perfil en la hiedra y entre corcheras un pequeño diamante en el cobijo de su mueca.

Todo fue demasiado efímero por eso alguien nunca supo lo que pasó.

La complejidad vacacional del azafrán





Para mí el año acaba el 31 de Agosto, se marchitan los buenos momentos del verano, el sol, la desnaturalidad híbrida de la felicidad vocacional, la fiebre del amor en la fibra óptica de la brisa del mar, las borracheras y los pendientes perdidos en la arena, los grupos terroristas del amor y las lágrimas calientes. Nos ablandamos con el puerto y las chicharras, con las esperanzas de lo encapsulado, con el si y las milongas de amor, partimos con las hojas verdes y con los sentimientos de la locura en nuestras pantorrillas, vomitonas en pareja, actos de romanticismo sin comprensión, vivencias en formol, bravura de lo incorregible, pechos lactantes galopando en frentes con desatinos, tal vez comprensivamente nos iremos al infinito, del verano al infinito sin embargo auguraremos la explosión de un cohete espacial en el aire antes de llegar a su destino, la emérita tipografía consensuada de apagar la luz, lecturas de lo prosternable, el verano de lomografías y perturbaciones en el salitre de tus orejas.

Me marcho de vacaciones al paraíso donde las patas de cerdo son los presidentes y no hay bondad sin razón, volveré en Septiembre con las verdades de mi mundo, perspicacia literaria, otra noticia es que LISBOA Y LAS FLORES METAFÓRICAS ya está escrito, cuidado con la asomnia y con morder los lados.

Y que de mi rareza nazca el motivo para ser feliz!





Oh maldita normalidad constrictora!

Me juzgan sin conocerme como abuelitas de noches de champagne, me matan con los trapicheos entibiados entre dientes del populacho, me lanzan pirañas decantadas y paradojas gitanas, descamadas contrasentidos en no admitir. Ese es mi día a día y creo que estoy empachado, mis contestadores elitistas saturados de contener las mismas siestas, las mismas frases, creo que necesito un Silicon Valley o un Apocalipsis Now o un dentista autoasistido para que me provoque lagrimas de placer y autosuicidio. Es por eso que voy a poner el punto equilibrista de un punto y coma en sus malditos prejuicios reprochables y primitivos para azotarles con la vara prestidigitadora de girasoles y tirarles un pomelo para que despierten de su estúpida ignorante normalidad.

Mi vida no es un jardín de púber con relajantes musculares, cada día mi peinado se transforma en una excedra de miradas risorias en el mongólico autobús, me levanto entre medio de ensaimadas con corazón de acantilados y medicamentos de caligüela, camino por la calle sin que nadie quite su mirada de mis tumbas personajísticas… Manuela si hasta los de gran hermano, por dios, hasta los de gran hermano, no doy abasto mi colera, las reglas y las destituciones oprimen mi pecho como si de un yogurt se tratase!

Creo que estoy harto de que me miren sin permiso, de tener solo conocidos de serrín, paja y ceniza, de las tardes semiLCDizadas, todo esto ya me sobrepasa!!! Que queréis que haga malditos bastardos que cambie? Que sea como vosotros? soy raro y que de mi rareza nazca el motivo para ser feliz!

Metapluralizar parábolas deshollinadas en Marías Magdalenas





Trata de impermeabilizar un poco o de invocar profundidades o incluso habrar con R y ejercitar los pulmones con h intervocálicas que sususpiren por diagonalizar tu estúpida cabellera, así sigo, sobresaturando ensaimadas con crema de Bastian y unos gusanito demás, dejando las tajadas de sandias y los Chaperos Jacksons en otros sintagmas cutrerráneos y con una deixis un poco mas animal. Voy a bastarme y a jactarme de todas las encriptaciones lingüísticas que gente sin lenguas viperinas no alcance desbacterializar y no voy a hablar de violación hormonal porque es demasiado escrotológico para mi.

Al levantarse, Joe Vendetta en un arrebato de desacato encontró cutículas muertas en su almohada, no era por la descamación de su pellejo, sino por morriñas de amores flirteados. Como a Joe a veces me pasa que desmiento cosas que luego me procuro, contaminadas.

Estoy cansado de: taquicardias descaperucitadas, sombras de cortejos en conejos divinos, que nadie se siente conmigo en el autobús, bombas de soslayo y monturas de Léolo, de la mediocridad en el crepúsculo, del manto de la niebla de quejumbrosidades atapueriles, del alcohol de sobre, de los IVA’s y los IVO’s, de las mentiras irracionales, de mi toldo enmoheizado de San Pancracios de a pie, desmentir las dillas, kualalumportando juguetes, la carraca del diente de bronce de tu hermana, trasnochar ventricularmente, metapluralizar parábolas deshollinadas en Marías Magdalenas, la muerte, el rocío, el claxon de los que mandan y de que mi amor quede entre tu, yo y Scotland Yard!

Un mausoleo a mis cardiografías





¿Y porque no? Desabituayamiento estresante de mis lobbys y ocupacionabilidad desganada de prefacturas dolorosas que no dejan de joder y de fondo solo se oye la Giralda llorar. Vuelvo a hacer alpinismo en la cabeza de un alfiler y entrelámo diafanismos en mis apuntes de pensamiento artístico, sigo igual con los roscones de reyes apuntalados para que no se derrumben encima de corazones de humo retratados en las hojas de un diccionario Larousse, aglutinación de ideas, conglomeración de estupideces, formas inconexas de vida rondando por mi egocentrismo y en el suelo amapolas… Sam en el suelo amapolas!

El camino a Jerusalén está cerca, pero a mi nadie me espera en las puertas de abalorios de la ciudad, entumece tus labios con vinagre y cura mis heridas, restablece el orden de mis progresos erráticos y vuelve a pensar en mi, tantos cantaros se han roto en el camino que ahora te has comprado una botella de plástico 8 litros, bonito saltamonte en tu pecho acaramelado, bonitas alas de colémbolos usurpadores de nichos de infancia y lombardas destiñéndose por tus sienes.

Y apareció la tierra que cegaría al mar por motivos de desfalco de soledad y sentimientos agranizados. Sus ojos estaban en barbecho y sus medias tenian sardinas atrapadas, asi que me llamó, pero mi telefono estaba debajo de la sabana en modo vibración, ella nunca me creyó pero construyó un mausoleo a mis cardiografías.

ASPICE UT ASPICIAR

El calambur unívoco del hipervínculo





Hace mucho tiempo perdí la sensación de haberme hundido en un cóctel molotov en Cannes, por eso quizás hoy en día mi propia naturaleza sea una razón de las grandes para subsistir especulando con las dianas y los dardos hiperbólicos y recordar los lentos sonidos cerealíticos que lo único que hacian era llamar a la corte para que volviera el príncipe del principado que nunca quiso besar la corona. Llevo tiempo generando telas de araña con mi saliva y eso no es bueno porque con ello mato la necesidad de poder volver algún día a la tierra de las maravillas de arrOz que en noches de celofán tanto deseé.

Eran las 4 de la mañana cuando nos convocaron a las urnas para votar si debía o no abandonar el sueño, se presentaron sombras y arquetipos, reconocí en sus manos puzzleáticas una sinécdoque marítima con suficiente arrogancia y dinero como para no ser uno mas, ella estrechó mi cara con sus pulgares seagalescos y apartó con un chascarrillo mi voz de su lado, así fue como la pervivencia de lo insensato volvió a descubrir unas pequeñas sonrisas de dientes de leche en Tokio, fuente que inspiraria edificios como el Art.LocKolorado, Noseby.Leipzig, Apologizeon.London, Braintag.Oslo y Heart.of.Dubai, unas arquitecturas posibles de saborear que nos enseñarian a respetar las políticas sentimentalkiller de pequeñas abuelitas de esparto.

No sigas por ese camino yo no soy tu destino... le dijo el tripi a la doncella.

10/6...





¿Donde está Alicia… aun está en el aseo maquillándose? —Me preguntó el conejo blanco—. Fue un sueño mahatmático, que pasó con rosas preferibles y periféricos instalados en corazones rechonchos desvanecidos entre los dedos en un año lunar estridente y diabolicamente honrado.

Quizás éramos demasiado jóvenes para hacer gárgaras con nuestro dolor, así que empotramos el titiritén de las tiritas en la frente de mi Gioconda y nos dimos un aplauso en el lomo, erramos tantas veces que los múltiples de 10 se multiplicaron por 69. Nos creíamos modernillos y fantásticos a la vez y abarcábamos el infinito en borbollones de Moët de Caviar, recogimos de su petaca todas sus bodegas de sinsabores y entretomando posesivamente sus átomos me retorcí en la parte interior de su muslo derecho para acurrucarme en un tul entregado a la más honrosa vanidad anchovinista.

La partida de ajedrez duró mucho, hasta que su reina acabó con mi rey, con la tentación de matar antes a mi peón, entonces se acabaron las esperas en sus portaladas y los versos besadores depresivos de su abogado, dejé que el sueño rompiera los movimientos de las montañas que solía ella levantar con sus párpados. No me acordaba de la contraseña de su maleta y por eso la lancé a un mar de gelatina de sabor al olor de su nuca.

Luego cogí mi cometa, la eché a volar y me ahorqué con el hilo.

Amor y vitrinas circuncidadas





Y fuimos méritos descifrando los atardeceres más violentos que la paz nos pudiese otorgar y anduvimos encima de los tranquimacines en naves industriales de hiperactividad sexual con aire roquero y asi fue como contamos roperos en sueños latinoamericanos, nos inmortalizamos infinitas veces fácilmente perecibles, nos pillaron atracando las luces de la ciudad en una litografía peritable y eso teniendo en cuenta que el amor es la primera perversión del intelecto, luego llegan los atardeceres y el cacaolat.

Nos tatuamos el 091 por si nos prendíamos el uno al otro y nos abrazamos en un cónclave infinito rodeados de mundos pasando las estaciones de la vida en la barriga de un wombat, conocí a muchos espejos de caricias y a un pequeño sismógrafo de corazones en magdalenas penitentes, movimos las razones penitenciarias para hablar de morosidades satisfechas por los aplausos y las rosas condensadas en momentos indisciplinados y nos aplaudimos llorando en nuestras cabezas.

Las valoraciones impertinentes no son el mejor aliado de la infelicidad y estas pequeñas montañas con el pelo dorado tampoco vuelan al mismo rumbo, así que no voy a hacer valoraciones pues nunca se me dio bien acuñar sondas intelectuales y quizás no soy ideológicamente la luz del mundo.

Hoy usted no me llama, no me ama, no me ma, no me a!

Oda a la impertérrita incoherencia en mis calcetines





Te quiero por eso me voy!!! Buenos días señoritas con laca en los labios y pintalabios en el pelo, bienvenidos sombreritos de copa con cinta de espino!!! Cada vez que me caigo en los charcos dibujados en el suelo, entiendo los percances del amor(dazamiento) electrizante mas haya de mi caja de pino con lacitos de pestañas dibujadas con acuarelas satíricas y rosales y mi tabla de ouija hecha con fichas de dominó desdentados rellenando huecos con lonchas de catalana.

Hoy me encuentro perfectamente triste porque estoy mas allá de los compresores y las almendras musculitas, vital y sin entender nada para variar, fanziniático por ella y con un poco menos de sesos que vender a granel, entre tanto trenecito de feria y rodeos de clandestinidad me entretengo con las ideas de sufrir idílicamente en una base eterna de retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, por ti…

No quiero mas de lo mismo solo un poco de irrealidades paranoicas y cafecitos a las 6 de la tarde en los rasgos faciales de una africana, montemos una fiesta en la comisura internacional de tus labios y en vez de confeti cojamos los cachitos de cuando explotó mi corazón. Convicciones de jengibre de que te he perdido, eso es lo que pienso de ti y de mi y que cada uno lo interprete como le guste. Aún así nadie podrá quitarme nunca el recuerdo de lo que me prometiste, montar a caballo, pues sin apenas creerlo noté la oda a la impertérrita incoherencia en mis calcetines.

Entre las cucarachas filofóbicas y las crisálidas fobiofágicas





Empecemos a cambiar camaradas!!! Es hora de cambiar los peines de las veletas con martillos en sus hélices!!! CORO!!! Ahora es vuestro turno!!! Incitar a la maestranza de la originalidad que demuestre que nunca hicimos el mal, que nunca fuimos indiferentes!!! Por no ser no fuimos ni siquiera normales, al menos en el destino inutilizable!!! Abrir las puertas de las tripas de los oso negros y dejar salir de allí dentro las mariposas dentistas que arreglen las caries de nuestros deslices!!! Abrir los tiempos para que entre la rebelión de esperanza y gusanitos de porexpan, acariciar el hielo, congelar las lagrimas!! Respirar!!! Es el momento de erizar los cabellos de los que nunca creyeron en nosotros, de cerrar las bocas de los que hablaron de nosotros, sin saber!!! Es la hora de la paz!!!! Ahora sois millares pero pronto seréis millones, podemos volver a pensar, a amar!!! Es el momento, ahora la diligencia llegó a su paraíso somos eternamente anormales e infinitamente especiales y vamos a denotarnos por como besamos, por como somos, por como obramos! No tembléis al olvidar lo malo, tocar las esperanzas que marchiten las luces de neón compresora de ideales, redoblar los ángeles tesoreros!!!

La verdad es el presbiterio de la percepción infinita de lo que sentimos, bienvenidos al delirio de lo paranoico, abrir la razón, indiferentes, es hora de traspasar lo normal y cubrir percepciones de crocanti y mazapán de translucir las mortales corbetas, de tocar el suelo con los dedos, de pedir perdón y hablar...

Y que la muchedumbre se estremezca con el grito blanco que se practique!!! Vamos a tocarlo todo con nuestra fuerza adicta y transformar lo malo en bueno y lo bueno en mejor y que se callen los pesimistas es el momento de cabalgar encima de sueños, de tocar las cornetas, de girar los mundos, de encender los vagones de metro, es hora de saltarse esta parada de mirar al futuro como punto capital de olas que endurezcan los resentimientos y miedos.

Joder… Hacerlo ya!!!

La pesadilla utópica de anhelar merluzas y bradomines





Llegué y al cabo de un tiempo llegó el sonido de mi razón, luego dejé la leche fresca para las mariposas en la puerta de mi vanidad y dije las palabras que llegaron a tu historia como si del tráfico de una botella de cristal con un barquito dentro quisieras defenestrarte, no puedes explicar el porqué de tus sentimientos baratos ni tomar confluencias explicativas en la piel de sardinas bautismales. El hecho en sí no es el hecho en sí, sino el hecho en sí, ya que mas allá del simple hecho de no entender nada está el simple hecho de entender algo! Omarismos pechakucheros encima de burocratas financiadores...

Y llegué de Valencia con un esguince festivo en el pié, llegué con tanto tiempo que dudé de muchas dudas, quizás la vida se vea desde otra perspectiva cuando te haces un esguince barbéenlo intentando volar camaleonicamente, me asaltan dudas sobre el porqué me lo he hecho y que debo hacer: Untarlo en mantequilla? Votarlo en blanco? Hablarle con paciencia etílica? Buscarle un compañero en la capadocia? Meterle mano? Adyacerle incomprensivo? Rozarlo con rosas? Leerle a Poe? Pedirle clemencia?

Somos previsiblemente tecnológicos y la tecnología aveces se empaña así que volvamos a lo provinciano, a lo rústico y de mal gusto porque solo tenemos el comienzo de la nada y dos chapas de mejillones salchicheros. Predicciones oceanográficas he tenido en Valencia no hay tiempo para el bailoteo de los ignorantes!

Un amigo que te pega un papel en la cabeza no puede ser un buen amigo.

Los cosechadores zombies de absenta





Perdón por mi ausencia Kleenexiana pero estoy enfrascao en un brasero de músculos sibaritas en poltronas de calibraje de letras, lecturas y vientos Davincinescos titulado: Lisboa y las Flores Metafóricas, así que actualizaré poco, afilaré confetis y dibujaré melindres en atetes secos en ámbar.

Esta semana pasada estuve de tecno-seudo-vacaciones en Widia (dicho del maltrecho del tiempo) o eso creo, así que los acontecimientos GOTZILAICOS en aquel trozo de pan cortado horizontalmente me hicieron venir a decir que debía reservar un vue(l)o a Madrid y Valencia, los chuzos que caían de punta del cielo agraviaron mi heteroagresividad fluctuadora y lo reservé y la semana que viene estaré paradoxalmente en un acontecimiento berberechísimo en la capital de las nutrias pancartistas y el clitorismo del Túria dando una conference sobre el excentricismo como método de dominio de masa http://www.pechakuchanight.blogspot.com/ no se si me voy a perder la nueva cornucopia de los Clayton Brothers o el sismo de estupideces gilipolíticas del ministerio, pero me mostraré paciente, benevolente y claramente inconsciente.

“Ella llegó a mí y pestañeo y el aire que generó sus pestañas desbanco una pequeña semilla de diente de león que tenia alojada en su sien y que se desprendió de ella y voló plumbeamente encima de un mar de reproches sutiles hasta que inconexamente se postró en la profundidad de mi pelo y desapareció, lentamente, inútilmente, mágicamente…”

(Extracto II del libro LISBOA Y LAS FLORES METAFÓRICAS)

La parafernalia drogadicticamente magnífica de dios, de papá pitufo y de ti





Colmillos estrafalarios disfrazados de Draq Queen son el ígneo placer de la locura como mecanismo de control de masas y otras flores del datilero de los perjumenes descafeinados de las sociedades. Veo payasos disfrazados de meninas que intentan asesinarme psicológicamente en la primera capa al destapar mi yogurt, por otro lado me interesa la vida de los gusanos nemotécnicos que fluctúan pendularmente en vertical desde mi flequillo y que bautizan lombrices con nihilismos de esparto en un bingo en Manhattan.

Sabemos que estamos muertos y que la locura es la única forma de deshojar la margarita de gelatina que patina encima de marihuana reproductiva en la intervención del concepto, entonces porque no dejas en paz la puta purpurina, el glam y los batidos de fresa!

Así que voy a practicar con el dolor: Para las caperucitas rojas que orbitan inútilmente encima de mi almohada, para los parpados rumberos drogados, para las esponjas que chorrean bolsitas de anís, para las madonnas de cuerpo entero, para los gitanos licántropos, para el sonido de los milagros extraterrestriales, para la sonrisa de los maderos con porras narcolépticas, para los dogmas políticos y los estigmas presidenciales, para la ansiedad del yoga, para los carteros con rayos uva en su perfil, para el tiempo, la flaca, para las raíces de cualquier planta melancólica con resaca, para las chapitas con emboscadas, para los poemas en html, para la (a)mantis religiosa de mi teleférica relación, para dios, para papa pitufo, para ti.

Entre tantos millones de ruidos encontré a alguien formado por millones de sonidos aleatorios @vier_minuten!

El regocijo reptiliano de mis mocasines autóctonos





Hoy he decidido respirar atragantándome entre las orejas de un perfume eau d’eté y lasañas trepadoras, quizás si no hubiera decidido pensar en ti como parte de mi te hubieran nominado a Los Oscars de bronce, pero es el momento en el cual los prospectos metafóricos del alma te piden perdón y te cuentan cosillas que normabilizan los encantos aterciopelados de pequeñas lexicolecturas de lenguaje nectárico y fácilmente estorbable.

Solo espero la devoción de las ostras con perlas de chuchería, el regocijo reptiliano de mis mocasines autóctonos, el devenir de flores de pasta, el baile del Dow Jon, el camilosestismo de barrio, la lumbre de mi trastero, el techo de los gorros de navidad de los ansiolíticos de mi nevera, el veneno de las teclas del teclado de tu bufanda de mimbre, la traqueotomía de mi mapache bipolar, los atardeceres de frambuesas con petetes y el pupílico hilo dramático del control + alt + supr.

Si señores, estoy hablando de la amistad traducida a la desesperación de canales youtubescos y pretenciosamente docilitada para obtener recursos y bienes con colores sudorescos y mortalidad diaforismica con asignaturas troncales por aprobar, así pues, hasta que un juez con peché no dictamine lo contrarío me autocomplazco recordarles que el LOVE MATRONEUM ya está escrito.

Psychotropism + Madness + Tracey Emin + Edie sedgwick = ECLECTICISMO CON UN PAR

Sexo (Peajes en las utopías)





La gloria del leitmotiv es una cosa que me dilata la chabalería de mis neuronas, un mundo como este se merece un decapitador del frac. A pesar de los valores económicos en crisis y los long island ice tea a media tintas, sigo durmiendo con un pulpo con gafas en la cama, te odio carnicera! Quizás sea hora de hacer una decantación en las ostras marinelipodas y procrear melodías y ensamblajes de copla tricornial, eso, o acunar a la bestia parda.

Estoy muerto y no lo se, trabajo diario en un yugo semipistolar con un único destino olvidar todo lo que me preocupa y que rasga las entelequias mediocres de mi chándal de humo y vapor glasé, la condensación de mis pulmonías cretácicas y la gente que día a día me saluda forma parte de Internet y no son personas sino líneas de metro sin colores y acronismo debilitadores de creaciones malas y extasiables.

He perdido la esperanza sobre lo que se arrufa en mi flequillo y voy a contar mi historia: Díctico, fue un niño que tomo biberón hasta los 9 años, con 14 se drogaba con el ventolín (inhalador), con 16 paso por una etapa de vestir de negro, con 18 devino un genio, con 21 la genialidad se fue y llegaron las croquetas de chocolate y aserrín que debilitaron las corneas de su corazón y se desvanecieron cual melocotón en almíbar en salsa barbacoa.

No se ni lo que quiero, pero me apetece un chupito de Allure con nata y agua bendita.

Las liendres trifásicas de la amnistía de mis desesperaciones





Un magnicidio en mi tricornio que brinda con cava de Neméa sobre las cárceles decapitadas de mis sonrisas, pero a pesar de eso nadie puede matarme, porque soy eterno y Wiedersheimi a quien le pese. La anestesia de este mundo descapsuliza las impresiones erróneas de mis lagrimas que dejan de joderse y que proceden a avanzar cerrando inútiles ciclos de profilácticos y BARBIE-túricos? Estoy loco en un mundo de cóccix perennes y quizás si aprendiera de mis legumbres erróneas podría patinar encima de tus ojeras, es tarde ya, me voy, me voy, me voy.

Necesito situar mi paraguas chino sobre mi cerebro y pensar, me voy a tomar un cubata de caldo de cultivo, racionalizaré los tapujos verbales de la mantequilla, despolvaré la polvera de mi polaroid, despolarizaré mis imanes en las fundas dentales y en mis brújulas pictoplásmicas, necesito esta semana para votar por el hipo de Terenci Moix, vaticinar el final de mi dignidad tecnocrática y abrir procesos de paz con mi arroRancia.

…se encontró un monolito con una inscripción que decia:
“La locura es mi patrón a seguir porque la vida me ha retado a seguir vivo para poder sobrellevar mi mente hacia el mundo imaginario que me cree cuando era apenas una partícula perdida en la nada, ese mundo lleno de corazones volando sobre tejados que guardan rayos de sol en el que no existen limites para los sentimientos, en el que vivir significa únicamente respirar el aire que expira de la luna llena en una noche frente al océano”
Y al rascar la inscripción de caramelo de fibra de vidrio se encontró la perla que dinamitaría su mundo y que haría renacer otro asquerosamente sublime en él.


(Extracto I del libro LISBOA Y LAS FLORES METAFÓRICAS)

La reina de corazones se ha comido a la de Saba





Sacando el néctar del tocino de tu mirada que formula paradojas en el caviar de mi vida y en los remanentes del viento celiaco que rehuye de mis miradas y que tintinea súbitamente en el barómetro de mis gafas Ray Ban. Vida que además engendra hedonismos sistemáticos en la mirada de mis cardiopatías despatriarcadas. Viva la grifa que se fuma el mundo y es que acaso no hay nada más excéntrico que la misma vida, no dejo de repensar cosas que tienen que ver con el tomillo de gel que no para de cantarme baladas por la mañana cuando me despierto y es que el mundo está loco, cada día la tontupidez humana me genera serias dudas brocoli-existencialistas, porque mire usted, que yo sepa no soy nadie, pero usted con ese acento andalú me va a permitir que le sodomatice un poco, no?

Así que le contaré una historia: La reina de Saba vivía en su castillo de arrogancias y melindros con branquias prenatales, lo tenia todo, la fragua de Vulcano, el toro que mató a Manolete, un billete de Ryanair a Shannon, el estrabismo del Dioni y millones de cosas más, hasta que un día se dió cuenta que su felicidad era semidesnatada, así que muy cabreada le dijo a sus lacayos que buscarán a un asesora de imagen que le aconsejara y le trajeron sin que se diera cuenta a la reina de corazones que acabo comiéndose a la reina de Saba.

Moraleja, nunca traigas una reina de corazones a tu palacio de ketchup y atún.

Los hipopótamos con topos azules siempre ganarán al cancer





La imaginación paranoica antagonismo de las esperanzas frustradas de la realidad es la única forma de sufragar el dolor balsámico de la perenne memoria, dolor que matiza con sus impávidos ojos la vida y que trunca la fortaleza de unas lágrimas con uniforme de guerrillero que se resguardan en trincheras de humanidad rezando por los suspiros de los momentos felices y rogando la piedad de la suerte, dolor que humilla a la esperanza y que tizna los sentimientos.

La humilde devastación de la realidad me indica que todo lo que construyo es barrera opositora a la verdad, pero que al temblar dichas fantasías hacen tambalear los grandes tamarindos agónicos veraces, cuando la enfermedad nos quita cosas que no le pertenece la realidad se desencaja, pierde credibilidad en esos momentos la verdad está por encima de dios, en esos momentos en que la discernida realidad queda en el pasado la imaginación nos es la única razón de ser, el único dogma, el último aleteo, la última amapola de chocolate.

Aunque ahora ya no estes, quiero que sepas como te dije una vez que los hipopotamos con topos azules SIEMPRE ganarán al cancer.

Va dedicado a una niña de 10 años que con su simple sonrisa iluminó al sol.

El delirio de la clorofila transhumana





Dignifico las perladas sonrisas charlatanas y vivo solo con la necrofilia de mi bañador! Quien será quien reconozca mi laúd en mi ataúd y diferencie mi placa dental en los muros murmullosos de mi soberbia vanidad, no se, ni tampoco me interesa saber cual es el sentido de los avestruces carnavalescos que tiznan mis ilusiones cartesianas en un pez martillo, ni mí…

No puedo afrontar la Némesis de la mortalidad verbal que entra constantemente en mi flujo sanguíneo, no se aun lo que pasará pero seguro que huele a carruseles de bacon y entre tantos BARCELONA FASHION PILLOW Y WIEDERSHEIMI INTERNATIONAL AIRPORT conseguiremos montar el plan “No me odies por lo que soy sino por lo que pueda llegar a ser”, si alguien para complacerme genera una diáspora en mi reloj de tiritas fritas será el encargado de llorar pláteamente por mi espalda y entrelamer los regocijos ibéricos de mi permanencia independientemente del sueño meticuloso de los atardeceres de güisquis y Endivias.

Quizás el mundo se me quede grande y necesite otras lágrimas intravenosas que pintar.

El cinismo circunflejo y Edie Sedgwick





Narcotraficando con el tipificable amor entre Evas Perones y atardeceres a media luna de brownie, necesitamos un área de revolución para darnos cuenta que los cuentos de hadas de chocolate y canutos de mazapán se acaban desvaneciendo en la lengua de un tiliqua, es tarde y ser amante a media jornada en un cubito de hielo es el resumen de las contracciones posparto de un fracaso renunciado, hay dos cosas que siempre pienso por la mañana una es la ofuscación de todo en concreto y nada en común y la otra el eco de lo que pudo haber sido y toscamente acabo siendo una bacanal turca en un bote a presión con fecha de caducidad.

Algún día seré el caduceo del metabolismo de un pingüino emperador mecánico y montaré en triciclo de humildad encima de una noria natural de vermiculita, quizá sea demasiado tarde pero me gusta predicar con la creencia soviética de hacerte reír.

Todo esto me recuerda a una borrachera de amor que tuve hace tiempo y en la cual en el reverso de una etiqueta de anís del mono escribí: Siempre hay que amar aunque duela, aunque mientas, aunque sientas que no lo mereces y cuando menos lo merezcas mas amas y luego te sientas y sientes y entre tanto sentimiento amas, porque se es cuando se ama y se ama cuando se siente y si duele es que lo sientes de verdad, así que ama por lo que mas quieras ama, porque sin amor no hay gente que sienta!

La inopia alelada del egoteismo





Señores abogados picantones, carpinteros malabarista y burguesía alta del Bronx, soy egoteista y que!!! Sigo persiguiendo mi doble moralina en mundos paralelos con mi interpretación dantesca de mis amigos, los torrentes de desesperación praxiteliana satinada y la confusión del porfídio de mis narices de plastelina, he decidido bailar conmigo mismo y es que siempre lo he hecho, pero esta vez mis labios bailarán solos, este tango andaluz, frunciré el sueño, encaminaré mis placas fotovoltaicas a un futuro incierto lleno de castillos de arroz y cerdos mensajeros y le haré la zancadilla a mi única neurona para que pierda el conocimiento y sueñe con una zarigüeya de crin dorada!

A veces olvidamos a los que nos ofenden y malvivimos del mal, amén. Quiero descubrir en el simple "swuip" del sonido al abrir el yogurt todo un mundo de Putifares y San Juanes bautistas, Judiths y Holofernes, Jaeles y Sisaras, egoteismos de botijo en los entes canijos y clandestinas manzanas en las momias colombianas.

No tengo mucho mas que envidiar, ni decir pues en el latido de un diapasor se encuentra el verdadero devenir de la locura preventiva amazónica.

Si todos fuéramos de chocolate perderíamos la dicción de lo salado.

Quizás no esté loco, probablemente lo esté




Sentado entre latifundios y moralejas, sonriéndole a las fichas del parchís y suspirando en arquetipos transitorios finitos, perdido en la lentitud crepuscular de mi vida y vaticinando un progreso regresivo en todo mi ocaso de pensamiento, buscando la tranquilidad dentro del sonido del magenta y metiendo todas tus pecas en un cubito de hielo para que suenen a rosas y nunca hacer un perderte con paperkraft!

No soy mortal pero tengo moral, en todo mi sorpresivo ser inauguro lapidas maternales nuevas, así que si sigo merciendo el mantenimiento paulatino es porque entiendo que debajo de cada sinsentido que entablo se esconde una metáfora, un Torquemada, un Golden Gate que narra mi vida, no se ni lo que quiero pero me conformo con la creencia empírica de verte feliz, de cuando veo tus ojillos reflejados en las cuerdas violoncheláicas de una ballena de caña de azúcar, del taquicárdico fluir de tus morritos y tu sonrisa mayestática.

Veo en el pícaro amanecer las escarolas agitadas por el viento y permanezco sentado en aquel bogavante blanco viendo los rinocerontes ambulantes pasar y autentificando la veracidad de mis quehaceres diarios, quizás no esté loco, probablemente lo esté.

Pienso en ti porque te llevo en la sangre, en los suspiros condensados y en la perífrasis de mis palabras!!!

Y al séptimo día... siguió a un negro





El decrépito demiurgo me tilda de arrogante cuando él está cerverísimo! Hoy me ha pasado algo grande mariloli en la línea C3 de RENFE-licidad y es que todo el vagón de tren-peratura se ha unido para reubicarme los encasillamientos estúpidos de mi ser, y gracias a esta comunidad de pasionarias y libertades guiando a los pueblos he llegado a la hora a mi destino, cardos de dios y lo he conseguido, a veces me autotectónico y me sorprendo de lo que la humanidad puede “aconseguir ajuntá”, también hoy he entrado en una sacronatilla monumental digo una sacrocapilla monumental jajaja y mira que yo soy egoteista pero mi pentacostes y el diccionario Larousse me han obligado, la verdad me sentía absolutamente cubierto de dos capas una de bechamel y otra de la capa esa de caramelo de la crema catalana y soñaba con que un inventor de chaperos con melindros en vez de brazos me escurriese y desaparecer convertido en subsuelo Gaudíano en una reflexion teórica de Gauss, en fin que el frío metástasis del plural de la gente que no dice nada me ha producido calambres en las apiérnese y no se me ha ocurrido otra cosa que preguntar ¿fumas?

Con luz brotan las semillas de Ghana que ayudan a seminaristas con pelillos en la mar capilar a resolver su LOST como la serie, en fin todo esto para darle las inmensolíticas gracias al negro que me ha indicado el camino, y que me ha hecho sentir como cuando Alicia siguió al conejo blanco!!!

Buen viaje negro con sombrero de Jacques Cousteau!!!

Esturión suis generis




Movimientos calidoscopicos de fin de año entre París, Londres y Moscú ajajaja, narcóticos rizados en mi taquígrafo y varios ajolotes orbitando en mi paciencia, que se entiende sobre fiesta? Pensar como los lóbulos occipitales de los brevicaudatus? Siempre me ha interesado el sanguinario mundo de la sangre aterciopelada de las discotecas, es por eso que el 1 de febrero de 2009 empezaré mi nuevo proyecto entre riñones biselados de alcohol, lenguas finitas y conversaciones con Miss Marshal, HELPMEIAMINAPARTY.WORDPRESS.COM ¿Que hace un freeminder comiendo patitas de pulpo rodeado de trompas de falopio y de elefante? Creo que de ante mano la conclusión que sacaré será que entre abrazos de oso polar y besos de oso hormiguero siempre habrá tiempo de apadrinar un nomo de jardín!

Cuide su lenguaje señorita y trataré de que no me peguen una paliza, pensaré en gente con la cabeza de tupperware en la cual la pestaña de abrefácil sea su boca, obviaré la historia tuya, esa de cuando eras pequeña y mirando al cielo buscando aviones una paloma se te cago en el ojo y se tornaron verdes con melindros, melanóforos, cromatóforos.

No pensaré en mi sagrada trinidad, osea, sabrina, xuxa y Leticia Sabater y siempre pensaré que si se limitaran a respirar les confundiría con geranios. Mitomanía a pedir de boca dando el do de pecho.