Vamos tú y yo a hacer un trío con la muerte



¡Ouch!… Solías ser una Maiestas rodeadas de insoportables estudiantes de historia del arte, pequeña chica insegura jugando a ser un Dios violento. Solía ser un esclavo de tus más primitivos instintos, pero la melodía fue viciada, no voy a girar la cabeza como Regan, no puedes avergonzarte de mi lengua y luego intentar domesticarla, el lobo se cansó de ser las marcas en tu piel de las cosas ilegales que hicimos cuando estábamos en la cúspide, ahora nos montamos tríos con la muerte y hacemos malabares con sierra de mentiras mecánicas. Quieres tener un poco de libertad, dijiste tantas promesas reprimidas, tantas posibilidades arrojadas a los cerdos, eres tan débil como la composición de los hongos psilocibios produciendo en mí una intoxicación alucinógena, enséñame a ser tan cruel y como poder joder a otros sistemas cardíacos.

El caudal de la libertad es mucho mas fuerte que él de la estupidez humana



He pintado el cielo con el louche de la absenta y el olor a ajenjo ha bañado los campos de tus ojos, allí es donde el viento agita violentamente nuestra estupidez dejando que las partículas de inteligencia se vayan volando con él, podrías doblar ese viento para mí y así poder usarlo como vagina en lata. Cremalleras invisibles arrastrándonos a un indeterminado y salvaje llanto. Vamos en pleno junio a colgar los anzuelos en el árbol de navidad para ver si podemos pescar la taxidermia de la felicidad, sigo queriendo coser tus parpados con tus labios en un invisible crucigrama de lágrimas, crimen inesperado de nuestra majestuosa soledad conspirada.

Que caigan las cascadas



Tu corazón es un pequeño biotopo infernal de un infierno aún mayor que eres tú, allí es donde cultivo la lisergia, casi como hacía con mis peces en mi esférica pecera de cristal. Cuando entro en él la muerte me abriga y me aísla del mundo que me rodea, y en lo más profundo de ese mundo habita una fragilidad cultivada a fuego lento entre dos orillas denticuladas, tengo las manos manchadas de noche, y a través de la fe mis pecados se vuelven dogmas, allí mis labios son amargos como la absenta y la sangre es la mejor de las voluntades, allí es donde las agujas de hierro están bañadas en chocolate blanco y son lamidas por tu lengua bífida. En ese lugar dejaré que mis mejillas se marchiten por el sol y empezaré a cantar una plegaria que se convertirá en una canción de cuna, haré que toda la tristeza dentro de mí me meza, encontraré lo que tantas veces busqué en la tinta blanca, buscando una vida propia en una vida ajena, dejando que las cosas que debían ser, fuesen.

Quiero quedarme adentro



Quiero ser el porexpán expandiéndose dentro de tu cuello, quiero ser un putrefacto sashimi acariciando tu paladar, quiero ser todo tu malévolo plan, quiero ser un pastel de tripas imitando a un carrot cake entre tus dientes, un negativo velado por la claridad de la luna llena de tu ombligo, quiero, quiero, quiero luchar por los abusados recuerdos solitarios en el interior tu mente, quiero que apagues el fuego de una biblia en llamas haciéndote vomitar crema de cabello de ángel sobre ella, quiero criar malvas enterrado bajo los sabores de helado del mostrador frigorífico de la heladería de tus lágrimas, quiero ser la carne atrapada entre los dientes de tu cremallera, tu sudor fría del 40ºC de fiebre que es el néctar de mis colibrís, quiero ser la Wartenberg Wheel en tus pupilas, quiero ser el silencio crujiéndote la espina dorsal como un marisco.

Todo se ha acabado los lobos vuelven a sus madrigueras



He notado el abrazo de la doncella de hierro más suave que los que tú me das. He visto como tantos Dioses, a ciegas, jugaban a ponerles la cola a tantos burros, como los encantamientos del hechicero habían sido revelados, cantados en canciones de piratas por tu hígado. Vertidos como el hielo líquido sobre la piel húmeda de las lágrimas de este jodido mundo. No me importa si duele, si duele, que duela, mejor perder el control que perder la fe, desvistiendo tus pupilas con el calor de junio, un cuerpo perfecto follándose a una mente perfecta sudando velas rotas de barcos sin rumbo, esta noche voy a correr el riesgo de ser libre de ti, soy tu camuflaje, soy tu orquídea de sangre, desvistes mis pétalos para dejarme indefenso o erizas mis pétalos para ahuyentar a depredadores.

Tócate para mí



¿Matas por placer o por naturaleza?, ¿Matas para parecer más fuerte o por vulnerabilidad? No le tengo miedo a Dios le tengo miedo a tu nombre pronunciado por él, arrodillado encima de palabras vacías codiciándolas como aurívoro, corriendo por tus venas estallando en mil cristaleras con cristales de colores, sólo uróboros alimentándose de nosotros mismo, lo ves en nuestra corrupta evolución, mutando entre genes ásperos y DNA de anfibio, está escrito en lo proscrito, almas de alambre de espino y bombas lapa pidiéndonos perdón, tu odio es el zumo tropical de napalm que me tienta cada noche a abusar de ti, minas antipersona estallando en tus redes de pescar caos de vísceras para nutrir mi ego. Pesadillas pinchadas a aguja veterinaria sobre tus pensamientos, meticulosa crueldad de una generación tentada a disparar y huir, lo encierras y se escapa, está en el maltrato de matarte a ti misma, el tormento que vacía las entrañas de tus alas.