Y sigue temblando una vez más

Cuando hayas callado los ruidos que empañan tu media melena al mirarme, y entre los dedos se cuelen nuestros recuerdos de escarcha, pronto te darás cuenta de todo, de nada. Y sigue temblando una vez más, no te despidas, seamos prácticos, media sonrisa y giramos nuestras cabezas hacia los polos opuestos que trantas veces nos han visto rompernos, campos magnéticos bautizando nuestro silencio, puntada sin hilo y buenas maneras de esas que cubren tus rodillas como hierba alta de verano.