El caos reina



Sigo recordando cuan imbéciles éramos creyendo que podíamos incendiar el mundo con abrazos y poesía, hoy en día nos esnifamos las cenizas de los paraísos tropicales para soportar vivir en este mundo, pueblos enteros unidos en la matanza de la supervivencia de nuestra especie. Aveces le rezo a esas tribus que aún no han sido descubiertas y viven ajenas a tanto mal, ellos son los auténticos Dioses, no los olvidéis, el caos reina en ellas.

Carne, paz y hueso



Mi corazón es como una de esas madrigueras en mitad del bosque resguardando a las alimañas que esperan a que caiga la noche para salir a cazar. Sus mentiras me mantienen a salvo de la realidad, sus garras son igual de indolentes que las lágrimas de María Callas, vulnera mi mente como esos hombres que tapian las lápidas con cemento, ella es cal viva para mis sentidos.

Tomar alcohol, tomar el riesgo, tomar el control



Sé donde están las chicas muertas, donde están las nebulosas y las ganas de llorar, los territorios y las líneas enemigas, las frialdades, los síntomas y las desdichas, sé donde están los corazones ciegos, las brumas matinales, donde se esconden los caracoles cuando no llueve, donde están las mentes folladas en misericordia, los fracasos olvidados, los caballos salvajes, las estirpes y donde aúllan los lobos malos, sé donde están los crímenes de guerra, las piscinas infinitas, las lagunas caliente de tu piel, donde están las aves de los humedales, sé donde está tu temblar, donde está tu orilla, tu volatilidad, tu corsé, tu diapasón, donde se escondes los lugares terrenales, las hipnosis, la encáustica y la entropía, donde está la voluntad de obrar, las ansias de amar, los colibrís y la vainilla.

Un crinoideo ocupa el hueco donde estaba mi corazón



Conozco un lugar secreto oculto en el imaginario de debajo de tu piel, donde el cielo es sólo un viejo colchón donde una vez nos tumbamos, allí fue donde las caricias se convirtieron en marcas de colmillos, y el milagro eran unos labios barnizados de “cherry coke”, allí fue donde el loco chamán bailaba a nuestro alrededor para sacarnos las almas de los demonios de la promesa de volver a casa.

Cartas de amor para el odio



Que es más loco pequeña mía la casualidad de encontrarse o la dificultad de mantenerse, no te rías de mí, loca incauta, soy alguien raro y contradictorio en cuanto al amor se refiere, pero todo el mundo sabe que no tengo piedad amando, me dijiste en aquel lugar prohibido entre los dientes del lobo, bañada por la saliva de la licantropía estival de aquel chat de mierda, que aprenderíamos devorándonos, no lo sé y nunca lo sabré, pero tengo las mismas ganas que hace 5 años, ya no me acuerdo de tu nombre pero tengo clara la elección y la intención, amar casi como la cera cayendo sobre las piel de los pezones amar como la sangre que brota de las agujas sobre la piel de tus nalgas.