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¿Donde está Alicia… aun está en el aseo maquillándose? —Me preguntó el conejo blanco—. Fue un sueño mahatmático, que pasó con rosas preferibles y periféricos instalados en corazones rechonchos desvanecidos entre los dedos en un año lunar estridente y diabolicamente honrado.

Quizás éramos demasiado jóvenes para hacer gárgaras con nuestro dolor, así que empotramos el titiritén de las tiritas en la frente de mi Gioconda y nos dimos un aplauso en el lomo, erramos tantas veces que los múltiples de 10 se multiplicaron por 69. Nos creíamos modernillos y fantásticos a la vez y abarcábamos el infinito en borbollones de Moët de Caviar, recogimos de su petaca todas sus bodegas de sinsabores y entretomando posesivamente sus átomos me retorcí en la parte interior de su muslo derecho para acurrucarme en un tul entregado a la más honrosa vanidad anchovinista.

La partida de ajedrez duró mucho, hasta que su reina acabó con mi rey, con la tentación de matar antes a mi peón, entonces se acabaron las esperas en sus portaladas y los versos besadores depresivos de su abogado, dejé que el sueño rompiera los movimientos de las montañas que solía ella levantar con sus párpados. No me acordaba de la contraseña de su maleta y por eso la lancé a un mar de gelatina de sabor al olor de su nuca.

Luego cogí mi cometa, la eché a volar y me ahorqué con el hilo.

Amor y vitrinas circuncidadas





Y fuimos méritos descifrando los atardeceres más violentos que la paz nos pudiese otorgar y anduvimos encima de los tranquimacines en naves industriales de hiperactividad sexual con aire roquero y asi fue como contamos roperos en sueños latinoamericanos, nos inmortalizamos infinitas veces fácilmente perecibles, nos pillaron atracando las luces de la ciudad en una litografía peritable y eso teniendo en cuenta que el amor es la primera perversión del intelecto, luego llegan los atardeceres y el cacaolat.

Nos tatuamos el 091 por si nos prendíamos el uno al otro y nos abrazamos en un cónclave infinito rodeados de mundos pasando las estaciones de la vida en la barriga de un wombat, conocí a muchos espejos de caricias y a un pequeño sismógrafo de corazones en magdalenas penitentes, movimos las razones penitenciarias para hablar de morosidades satisfechas por los aplausos y las rosas condensadas en momentos indisciplinados y nos aplaudimos llorando en nuestras cabezas.

Las valoraciones impertinentes no son el mejor aliado de la infelicidad y estas pequeñas montañas con el pelo dorado tampoco vuelan al mismo rumbo, así que no voy a hacer valoraciones pues nunca se me dio bien acuñar sondas intelectuales y quizás no soy ideológicamente la luz del mundo.

Hoy usted no me llama, no me ama, no me ma, no me a!

Oda a la impertérrita incoherencia en mis calcetines





Te quiero por eso me voy!!! Buenos días señoritas con laca en los labios y pintalabios en el pelo, bienvenidos sombreritos de copa con cinta de espino!!! Cada vez que me caigo en los charcos dibujados en el suelo, entiendo los percances del amor(dazamiento) electrizante mas haya de mi caja de pino con lacitos de pestañas dibujadas con acuarelas satíricas y rosales y mi tabla de ouija hecha con fichas de dominó desdentados rellenando huecos con lonchas de catalana.

Hoy me encuentro perfectamente triste porque estoy mas allá de los compresores y las almendras musculitas, vital y sin entender nada para variar, fanziniático por ella y con un poco menos de sesos que vender a granel, entre tanto trenecito de feria y rodeos de clandestinidad me entretengo con las ideas de sufrir idílicamente en una base eterna de retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, retentiva, inventiva, por ti…

No quiero mas de lo mismo solo un poco de irrealidades paranoicas y cafecitos a las 6 de la tarde en los rasgos faciales de una africana, montemos una fiesta en la comisura internacional de tus labios y en vez de confeti cojamos los cachitos de cuando explotó mi corazón. Convicciones de jengibre de que te he perdido, eso es lo que pienso de ti y de mi y que cada uno lo interprete como le guste. Aún así nadie podrá quitarme nunca el recuerdo de lo que me prometiste, montar a caballo, pues sin apenas creerlo noté la oda a la impertérrita incoherencia en mis calcetines.

Entre las cucarachas filofóbicas y las crisálidas fobiofágicas





Empecemos a cambiar camaradas!!! Es hora de cambiar los peines de las veletas con martillos en sus hélices!!! CORO!!! Ahora es vuestro turno!!! Incitar a la maestranza de la originalidad que demuestre que nunca hicimos el mal, que nunca fuimos indiferentes!!! Por no ser no fuimos ni siquiera normales, al menos en el destino inutilizable!!! Abrir las puertas de las tripas de los oso negros y dejar salir de allí dentro las mariposas dentistas que arreglen las caries de nuestros deslices!!! Abrir los tiempos para que entre la rebelión de esperanza y gusanitos de porexpan, acariciar el hielo, congelar las lagrimas!! Respirar!!! Es el momento de erizar los cabellos de los que nunca creyeron en nosotros, de cerrar las bocas de los que hablaron de nosotros, sin saber!!! Es la hora de la paz!!!! Ahora sois millares pero pronto seréis millones, podemos volver a pensar, a amar!!! Es el momento, ahora la diligencia llegó a su paraíso somos eternamente anormales e infinitamente especiales y vamos a denotarnos por como besamos, por como somos, por como obramos! No tembléis al olvidar lo malo, tocar las esperanzas que marchiten las luces de neón compresora de ideales, redoblar los ángeles tesoreros!!!

La verdad es el presbiterio de la percepción infinita de lo que sentimos, bienvenidos al delirio de lo paranoico, abrir la razón, indiferentes, es hora de traspasar lo normal y cubrir percepciones de crocanti y mazapán de translucir las mortales corbetas, de tocar el suelo con los dedos, de pedir perdón y hablar...

Y que la muchedumbre se estremezca con el grito blanco que se practique!!! Vamos a tocarlo todo con nuestra fuerza adicta y transformar lo malo en bueno y lo bueno en mejor y que se callen los pesimistas es el momento de cabalgar encima de sueños, de tocar las cornetas, de girar los mundos, de encender los vagones de metro, es hora de saltarse esta parada de mirar al futuro como punto capital de olas que endurezcan los resentimientos y miedos.

Joder… Hacerlo ya!!!