Los hipopótamos con topos azules siempre ganarán al cancer





La imaginación paranoica antagonismo de las esperanzas frustradas de la realidad es la única forma de sufragar el dolor balsámico de la perenne memoria, dolor que matiza con sus impávidos ojos la vida y que trunca la fortaleza de unas lágrimas con uniforme de guerrillero que se resguardan en trincheras de humanidad rezando por los suspiros de los momentos felices y rogando la piedad de la suerte, dolor que humilla a la esperanza y que tizna los sentimientos.

La humilde devastación de la realidad me indica que todo lo que construyo es barrera opositora a la verdad, pero que al temblar dichas fantasías hacen tambalear los grandes tamarindos agónicos veraces, cuando la enfermedad nos quita cosas que no le pertenece la realidad se desencaja, pierde credibilidad en esos momentos la verdad está por encima de dios, en esos momentos en que la discernida realidad queda en el pasado la imaginación nos es la única razón de ser, el único dogma, el último aleteo, la última amapola de chocolate.

Aunque ahora ya no estes, quiero que sepas como te dije una vez que los hipopotamos con topos azules SIEMPRE ganarán al cancer.

Va dedicado a una niña de 10 años que con su simple sonrisa iluminó al sol.

El delirio de la clorofila transhumana





Dignifico las perladas sonrisas charlatanas y vivo solo con la necrofilia de mi bañador! Quien será quien reconozca mi laúd en mi ataúd y diferencie mi placa dental en los muros murmullosos de mi soberbia vanidad, no se, ni tampoco me interesa saber cual es el sentido de los avestruces carnavalescos que tiznan mis ilusiones cartesianas en un pez martillo, ni mí…

No puedo afrontar la Némesis de la mortalidad verbal que entra constantemente en mi flujo sanguíneo, no se aun lo que pasará pero seguro que huele a carruseles de bacon y entre tantos BARCELONA FASHION PILLOW Y WIEDERSHEIMI INTERNATIONAL AIRPORT conseguiremos montar el plan “No me odies por lo que soy sino por lo que pueda llegar a ser”, si alguien para complacerme genera una diáspora en mi reloj de tiritas fritas será el encargado de llorar pláteamente por mi espalda y entrelamer los regocijos ibéricos de mi permanencia independientemente del sueño meticuloso de los atardeceres de güisquis y Endivias.

Quizás el mundo se me quede grande y necesite otras lágrimas intravenosas que pintar.

El cinismo circunflejo y Edie Sedgwick





Narcotraficando con el tipificable amor entre Evas Perones y atardeceres a media luna de brownie, necesitamos un área de revolución para darnos cuenta que los cuentos de hadas de chocolate y canutos de mazapán se acaban desvaneciendo en la lengua de un tiliqua, es tarde y ser amante a media jornada en un cubito de hielo es el resumen de las contracciones posparto de un fracaso renunciado, hay dos cosas que siempre pienso por la mañana una es la ofuscación de todo en concreto y nada en común y la otra el eco de lo que pudo haber sido y toscamente acabo siendo una bacanal turca en un bote a presión con fecha de caducidad.

Algún día seré el caduceo del metabolismo de un pingüino emperador mecánico y montaré en triciclo de humildad encima de una noria natural de vermiculita, quizá sea demasiado tarde pero me gusta predicar con la creencia soviética de hacerte reír.

Todo esto me recuerda a una borrachera de amor que tuve hace tiempo y en la cual en el reverso de una etiqueta de anís del mono escribí: Siempre hay que amar aunque duela, aunque mientas, aunque sientas que no lo mereces y cuando menos lo merezcas mas amas y luego te sientas y sientes y entre tanto sentimiento amas, porque se es cuando se ama y se ama cuando se siente y si duele es que lo sientes de verdad, así que ama por lo que mas quieras ama, porque sin amor no hay gente que sienta!

La inopia alelada del egoteismo





Señores abogados picantones, carpinteros malabarista y burguesía alta del Bronx, soy egoteista y que!!! Sigo persiguiendo mi doble moralina en mundos paralelos con mi interpretación dantesca de mis amigos, los torrentes de desesperación praxiteliana satinada y la confusión del porfídio de mis narices de plastelina, he decidido bailar conmigo mismo y es que siempre lo he hecho, pero esta vez mis labios bailarán solos, este tango andaluz, frunciré el sueño, encaminaré mis placas fotovoltaicas a un futuro incierto lleno de castillos de arroz y cerdos mensajeros y le haré la zancadilla a mi única neurona para que pierda el conocimiento y sueñe con una zarigüeya de crin dorada!

A veces olvidamos a los que nos ofenden y malvivimos del mal, amén. Quiero descubrir en el simple "swuip" del sonido al abrir el yogurt todo un mundo de Putifares y San Juanes bautistas, Judiths y Holofernes, Jaeles y Sisaras, egoteismos de botijo en los entes canijos y clandestinas manzanas en las momias colombianas.

No tengo mucho mas que envidiar, ni decir pues en el latido de un diapasor se encuentra el verdadero devenir de la locura preventiva amazónica.

Si todos fuéramos de chocolate perderíamos la dicción de lo salado.