Este sol al que le rezabamos ha llegado a su final, el fuego esta vez nos rodea así como nuestras propias contradicciones, simplicidad, ya solo nos queda la luz filtrada de las catedrales, adictos a su luz, sangre joven fuera de control brotando por todos los manantiales de nuestra piel, y afuera sedientos caníbales siguen esperando para beberla a las puertas, sencillez, seguimos teniendo el don de la profecía pero nadie nos creerá, lo siento ahora solo hay luz filtrada de colores de altas vidrieras bailando detrás de nuestra nunca mientras le rezamos a la oscuridad.