El caos reina



Sigo recordando cuan imbéciles éramos creyendo que podíamos incendiar el mundo con abrazos y poesía, hoy en día nos esnifamos las cenizas de los paraísos tropicales para soportar vivir en este mundo, pueblos enteros unidos en la matanza de la supervivencia de nuestra especie. Aveces le rezo a esas tribus que aún no han sido descubiertas y viven ajenas a tanto mal, ellos son los auténticos Dioses, no los olvidéis, el caos reina en ellas.

Carne, paz y hueso



Mi corazón es como una de esas madrigueras en mitad del bosque resguardando a las alimañas que esperan a que caiga la noche para salir a cazar. Sus mentiras me mantienen a salvo de la realidad, sus garras son igual de indolentes que las lágrimas de María Callas, vulnera mi mente como esos hombres que tapian las lápidas con cemento, ella es cal viva para mis sentidos.

Tomar alcohol, tomar el riesgo, tomar el control



Sé donde están las chicas muertas, donde están las nebulosas y las ganas de llorar, los territorios y las líneas enemigas, las frialdades, los síntomas y las desdichas, sé donde están los corazones ciegos, las brumas matinales, donde se esconden los caracoles cuando no llueve, donde están las mentes folladas en misericordia, los fracasos olvidados, los caballos salvajes, las estirpes y donde aúllan los lobos malos, sé donde están los crímenes de guerra, las piscinas infinitas, las lagunas caliente de tu piel, donde están las aves de los humedales, sé donde está tu temblar, donde está tu orilla, tu volatilidad, tu corsé, tu diapasón, donde se escondes los lugares terrenales, las hipnosis, la encáustica y la entropía, donde está la voluntad de obrar, las ansias de amar, los colibrís y la vainilla.

Un crinoideo ocupa el hueco donde estaba mi corazón



Conozco un lugar secreto oculto en el imaginario de debajo de tu piel, donde el cielo es sólo un viejo colchón donde una vez nos tumbamos, allí fue donde las caricias se convirtieron en marcas de colmillos, y el milagro eran unos labios barnizados de “cherry coke”, allí fue donde el loco chamán bailaba a nuestro alrededor para sacarnos las almas de los demonios de la promesa de volver a casa.

Cartas de amor para el odio



Que es más loco pequeña mía la casualidad de encontrarse o la dificultad de mantenerse, no te rías de mí, loca incauta, soy alguien raro y contradictorio en cuanto al amor se refiere, pero todo el mundo sabe que no tengo piedad amando, me dijiste en aquel lugar prohibido entre los dientes del lobo, bañada por la saliva de la licantropía estival de aquel chat de mierda, que aprenderíamos devorándonos, no lo sé y nunca lo sabré, pero tengo las mismas ganas que hace 5 años, ya no me acuerdo de tu nombre pero tengo clara la elección y la intención, amar casi como la cera cayendo sobre las piel de los pezones amar como la sangre que brota de las agujas sobre la piel de tus nalgas.

En islas australes, allí es donde los lémures lloran, allí es donde mi boca esculpe tu boca.



Las rendijas de tu infierno son finas como cuchillas de afeitar y es imposible entrar sin haberse cortado antes. Tengo una jaula de grillos que cuelgo cada noche en la alféizar de mi ventana allí donde nos solíamos sentar desnudos en noches estivales, en esa misma jaula de grillos decanto el silencio de la noche mientras te recuerdo... Solo los buenos amantes procuran a los siervos del pecado las mejores noches, las mejores lluvias de estrellas, los mejores huracanes. Y es difícil pronunciar cuando se ama porque amar es el mayor de los pronombres. Deja que tu olor se marchite sobre mi piel como se marchitan los copos de nieve sobre la piel caliente en invierno.

Bajo los aguijones del tiempo se esconde la miel de la felicidad



Llevo en las palmas de mis manos el dolor de todos los cuernos arrancados de rinocerontes con ellas te acaricio y aparto tu dolor. Hago que sangres para llenarte de mí saliva y demostrarte que el vacilante tiempo es un joven aliado de nuestro amor. Los aspersores de mi jardín están programados para regar el césped cada mañana con tu sangre, ¿En qué lugar nos pondrá la marea, joven amiga?, ¿En que nos hemos transformado?, somos cada lamento de los fantasmas que viven en mi imperio de polvo y mimbre.

Oxígeno, combustible, acelerador y calor



Y he hecho cima en todas tus heridas sin curar, y he cruzado caminando por encima de las agua del infierno de tus lágrimas, controlando los aludes de tu respiración que una vez sepultaron a tantos cabrones educados y con la mente sucia, he aspirado el helio de tu corazón y he comido el vómito de socializarme por ti. ¡Oh! Baby, voy a contarte secretos; mantén firme la mano sobre el puñal de tu doble moral mientras me besas, dispara justo en el centro de la clavícula, esteriliza el bisturí en absenta y recúbrelo de purpurina antes de clavarlo sobre mis pupilas.

Y sin querer te quiero, tal y como se quiere a las cosas inflamables, tal y como se quiere a las cosas que producen la combustión.

Tus obsesiones son el masoquismo de mis realidades



Escribo bien, follo bien, pero hay una fuerza susurrante que me ayuda a remachar el acero de un corazón encerrado en una vida enterrada viva junto a un millón de dólares, una bonita sonrisa y un corazón de conejo blanco. Amo el veneno en el que sumerges la luna cada vez que se acerca la luna llena porque esa misma luna es la que luego uso de oblea sagrada para alimentar a mis lobos y zorras.

Labios asesinos con el filo de una hoja paralelinervia, tintineando sobre ella el rocío de sangre de una cuchilla adolescente. Yo solía ser ¿Y ahora qué? pequeña chica, dónde dejaste tus modales, es camuflaje por el amor de Dios. Castígame. Tus obsesiones son el masoquismo de mis realidades.

El aroma a petricor de tu piel



Sé cómo enamoraros, se perfectamente cómo decir cada palabra, cómo realizar cada gesto para haceros estremecer, se cuál es la entonación correcta, y sé en qué lugar exacto poner la mirada y el silencio. Sé cómo seduciros, cómo conjugar cada idea para haceros sentir niños otra vez, para devolveros la seguridad y la calidez de vuestro hogar que tanto ansiáis. Sé lo que deseáis, vuestros sueños, sé cómo introducirme en vuestras mentes y encajar las piezas para que me perpetuéis en vuestro recuerdo. Cómo haceros sentir en el paraíso construido a partir del plumaje de una rara avis, no os olvidéis de las rara avis, no os olvidéis de los huevos que pueden llegar a depositar en vuestras mentes y nunca, absolutamente nunca menoscabéis esos embriones.

Colchón de Oz



Tengo mi cuchillo pero la herida a desaparecido para dejar paso a una mujer vestida de rojo que no para de brotar de ese final. Observo los sutiles movimientos de sus huesos bajo la piel de su espalda y puedo notar en mis entrañas esas mismas caricias. Sigo rezándole a los fantasmas del subidón que dejamos a medias y al colocón que nunca tuvimos en el colchón de Oz.

Tactismo



Abrázame fuerte como si tratases de contener los mil fragmentos de mi alma troceada, como si fueses a volver con la fuerza de algunas historias que jamás tuvieron que volver a contarse, como si el tiempo se te escapara entre las venas de tus brazos.

Abrázame fuerte como si tus brazos fueran firmes ramas de abedul impermeables a mis lágrimas, silenciosas frente a los vientos fríos, porque sin tus brazos la escarcha de mis estepas nunca se deshiela, porque sin tus brazos las huellas que dejaron mis pies nunca florecerán.

Como si amar fuese tinta china



Quiero construir un terrario donde cultivar las lágrimas y recrear los tristes amaneceres contigo en un entorno controlado, mantener las vergüenzas de la humanidad sobre musgo fresco y líquenes, quiero crear entre vidrios un mal menor, un hogar, un sentimiento de culpa a escala mínima, y arrancar la hierba buena y dejar la mala hierba florecer, un tributo a lo perversos que fuimos el uno con el otro y meter los recuerdos junto a todos los animales urticantes, al fin y al cabo quiero crear un ecosistema incurable a los pies de mi cama, que poder observar y maldecir si algún día vuelvo a pensar en ti.

Cuando la marea pronuncia tu nombre



Volvemos a casa. Solíamos montar la ola rodeados de tiburones blancos, pero ahora debemos volver y protegernos, al menos joderemos el espectáculo, cariño joderemos el espectáculo. Los dientes de mi cremallera llevan más veneno que el de las víboras de Gabón así que cuidado al desabrocharla. Somos como las batallas navales entre barcos metidos en botellas de cristal. Cuando la marea sea baja nos esconderemos de los monstruos bajo el mantillo de flores silvestres, ese será nuestro hogar.

Islas desaparecidas



Los cuerpos corren, la sangre corre, las bandas callejeras disparan en el patio trasero de tu nuca, sangre fría de cuerpos calientes. Oigo las voces pronunciadas por disparos y el estómago de mi cama nos devora, fríos e inertes caemos a un letargo de amor cálido y húmedo haciendo que los líquenes y los musgos nos entrelacen las manos, y mientras la luz del trópico cruza nuestros cuerpos las golondrinas observan como nuestros ojos se hunden en nuestros cráneos.

La mala hierba también florece



Quiero construir un terrario donde cultivar las lágrimas y recrear los tristes amaneceres contigo en un entorno controlado, mantener las vergüenzas de la humanidad sobre musgo fresco y líquenes, quiero crear entre vidrios un mal menor, un hogar, un sentimiento de culpa a escala mínima, y arrancar la hierba buena y dejar la mala hierba florecer, un tributo a lo perversos que fuimos el uno con el otro y meter los recuerdos junto a todos los animales urticantes, al fin y al cabo quiero crear un ecosistema incurable a los pies de mi cama, que poder observar y maldecir si algún día vuelvo a pensar en ti.

Amenazas de suerte



Heridas de plantas desnudas que nunca se curan, reflejos dentro de mí que nunca morirán, toda la sangre maldita de mi cuerpo canta a tu compás, sólo tienes que callarte y ponerte encima de mí dejando que tu oreja repose sobre mi pecho, esta noche estaremos a un millón de kilómetros de nuestro hogar, perdidos bajo alguna lluvia de monzón, arropados por las raíces de los manglares, sintiendo los mismos calambres de frío de cuando te conocí, esta noche inundaré la oscuridad con mi plexo solar, nuestro amor está catalogado como la 6 extinción masiva. La carne nunca ha dejado de existir.

Los milagros no ocurren cerca de mí



Los hombres libres nunca duermen, los hombres libres nunca desayunan. Quiero besarte igual que la estricta educación de los colegios de curas y las manos que sostienen las ballestas, quiero enraizarme a tus gigantes olvidados entre nubes y ramificarme hasta matarlos, flores en tu pelo y dolor en mi pecho. Duerme sin temor, los milagros no ocurren cerca de mí.

Desnudarte y dejar que una marea de flores llegue hasta los pies de mí cama, esta noche quiero humedecerme los mis pies entre tus pétalos, deja la ventana entreabierta para acariciar aquello que nos hace daño mientras dormimos

LLorar hijos de puta, llorar



Esta noche vamos a flotar, flotar por encima de los collares y las cadenas que lloran en nuestro egoísmo, flotar encima de las flores a punto de inundar la deforestación, sobre las sombras rojas de claveles proyectadas desde los balcones en las aceras. Esta noche flotaremos por encima de las maravillosas ballenas azules y los arpones, desde el silencio de las agrestes colinas hasta allí donde empiezan los vírgenes estuarios, esta noche flotaremos por encima de la desesperación y los gritos en la cacería, flotaremos por encima del sufrimiento causado, mirando a los ojos de los grandes felinos con humildad como la primera vez que el hombre tuvo conciencia, flotaremos sobre el escozor producido por la sal de la brisa marina sobre las heridas, por encima de las nubes de tormenta eléctrica y bajo el manto de las constelaciones, esta noche flotaremos inmóviles e inertes casi sin vida.

Corazón de physalia



La misión toma parte de los sueños olvidados, leyendas mágicas aburridas de tomar decisiones serias que se traducen en esperanzas absurdas y sentimientos estandarizados y previsibles, enciende tus pestañas torturadas con el peso de mis abrazos, arrodíllate a los pies de mi cama y cuéntame aventuras de un corazón physalia esperando a matar con sus tentáculos, aquel que palpitaba para moverse por un océano incierto contigo, los que una vez ganaron ahora están muertos, los inadaptados somos los que mejor nos hemos adaptado para sobrevivir.

Amarte es como desear tu muerte



La niebla está cansada de borrar paisajes y evocar melancolías como mi lengua libadora de sueños y sacrificios. Noto la cola suelta de los renacuajos como se desliza por toda esa sangre en la que se baña la dignidad humana.

Amarte es como desear tu muerte,
como cortar la hiedra de los muros viejos,
amarte es como arrancarle las alas a las moscas,
y quitarle el polvo a las alas de las mariposas.

Amarte es lo mas parecido al sufrimiento de la inanición
como cuando jugábamos a diseccionar ranas aún vivas,
amarte es como ser arrollado por un tren en alta mar,
como los espasmos de ansiedad apagando el reflejo de tus ojos.

Amarte es como ser incapaz de amar a nadie,
como el instante en el que la carne sangrienta se cauteriza,
amarte es como intentar chasquear los dedos con la mano izquierda,
como la lengua entorpeciendo el paso del aire a los pulmones.
Amarte es como amar a otra que no me ama.

Todas las histerias del mundo



No puedo entender como detrás de tanto arte hay una insatisfacción tan grande hacia el mundo. El odio es el único tipo de belleza que nunca se desvanece. El dolor consensuado es la mejor terapia contra la inseguridad. Lo único que ansío con toda mi alma es poder llegar a tener una compleja relación de simbiosis como los corales de pólipo largo y las algas zooxantelas. A los infiernos no se desciende se escala. Las masacres son como los arrecifes nadie será nunca capaz de comprender ese tipo de fragilidad.

Jadear el amor



Nunca he oído al corazón gritarle a la muerte como lo ha hecho esta noche, no sabrás porque se incendian mis venas como mechas de dinamita cuando se acerca la luna llena, debo confesarte que guardo secretos más grandes que las heridas a reparar, eres el espacio entre mis costillas y el silencio que hay en medio de mis vértebras, eres el campo labrado en el anochecer, eres mi odio y eres mi corazón.

Partiré



Que le jodan si lo hago, que le jodan si me voy, partiré al amanecer con todas las manadas de África y es difícil de explicar con el demonio en todos mis dioses y es difícil sufrir la esperanza cuando la única solución es la disolución, quiero mantener las cenizas sumergidas y las sábanas limpias, todas las preguntas que se presentan con el sol de la mañana serán respondidas al cortarme con cada estrella de este maldito hotel de Núremberg..

Embricándonos



La sutil ligereza con la que calor abrasa las rosa en paz de guerra, mientras embricamos los sentimientos tuyos con los míos, la luz encendida, la cayena cruzando tu espalda, de fondo los gemidos de las ranas y bajo el agua ajolotes ingrávidos sobre el lecho de fango, de silencio pronunciado con humo de cigarrillo, y Aretha en un segundo primer plano, la luna sólo es una uña cortada, tus pecas sólo son el polen tratando de fecundar tus poros, adoptamos la postura mas peligrosa la indeterminación.

Ahora que he aprendido a volar no queda cielo sin haber sido volado



A todas los incautos e incautas que cometan el error de enamorarse de mí deben saber que en mi casa no hay plomos, la razón es sencilla quiero sentir mientras manipulo mis acuarios la misma sensación que cuando acariciaba su piel, que en mi casa siempre hay papaya fresca que me recuerda al sabor de su lengua, que suelo recolectar los jugos gástricos de mis plantas carnívoras para usarlos de perfume y recordar su aroma, que guardo todos mis dibujos encima del armario junto a su caja de cerillas, que cada año cuando acaba la primavera guardo los bulbos de nardos para hacerlos nacer al año siguiente como homenaje a cuando todo se fue a la mierda y que en el sótano aún la tengo atada...

Nos encontramos ardiendo y esperamos a estar en cenizas para enamorarnos



Llévame hacia lo atemperado, lo que necesites para verlo en primera fila, como los impuros borrachos y los mártires sangrando. Como llorar a llama viva para cauterizar tus heridas, tú tienes la culpa de que te necesite tanto como al oxígeno en los ochomil metros, quiero besarte como una vez hicieron todas las alimañas salvajes que nos acechaban en aquella noche, en aquel bosque.

Atemperar



Desde el cobijo que me procura tu mirada sentí tu reflejo tatuándome la espalda, y ahí afuera en esa selva de agallas mientras mis manos brotaban humedecidas por el dolor, pude ver como esta vida ya no respondía a mas caladas, voy a besar las marcas de cuerdas de tus muñecas como si fueran los pies de algún santo para encontrar un poco de paz, para encontrar un poco de guerra.

El diablo y la matriz



Toda esta belleza es insoportable, cuando dejen de ladrar los perros tu llanto callará para siempre, está noche será la última frontera entre mis huesos y tu carne, te amo como la sarna enquistándome en tu piel cavando túneles en ella y poniendo huevos para infestarte, solo las sirenas responden a los gritos de las almas en el naufragio y es para devorarlas.

La maleza



Meter la mano entre la maleza y sentirla húmeda y fresca como la primera vez, sentirla mía. En esa maleza se ocultan los ojos acechantes y es donde creció lo salvaje, meter la mano entre la maleza y notar los bichos subiendo por dentro de mis entrañas, los aires de recuerdos y mentiras sobre esa maleza levantan el olor a lo que pudo haber sido sin fuego cruzado de por medio, meter la mano entre la maleza para notarle los latidos al diablo y quemarme y apagarme. Tumbado en esa maleza le mido la salinidad con el refractómetro de mi corazón a tus lágrimas. Tumbado entre la maleza monto mi reino para esperarte..

Presas



Amo las grietas de la presa de tu desdicha, esas grietas que respiran la catástrofe aguantando la inmensidad de la presión, arrancamos la fruta cara con cara, noche con noche, pero ahora eres mía, hasta el final, y yo; un simple ciervo en la ecuación de tu arco, tu boca y tu flecha.

Cada lágrima en mis ojos es un botón menos desabrochado de tu vestido



Cuando de repente mi mirada está más baja que la marea y tu piel es acero afilado acariciando mi piel. Hoy he visto arder el amanecer desde la ladera de tus muñecas atadas a tu espalda. Mientras cosía los puntos de luz que se filtraban por los agujeros de la persiana, los he cosido sobre tu espalda, no era esa mi intención. Esta vez quiero probarlo a tu manera, dijiste con la boca muy abierta y el corazón muy cerrado. Puedo agarrar tu dolor y aplastarlo entre mis manos peludas, pero para eso tienes que sufrir.

El odio impenetrable atravesado por el lamento



Cuando aquel cuchillo te trajo a mí como la marea trae las conchas muertas a la orilla y la culpa se mezclaba con el olor a pulpa en carne viva de mandarina, cuando las masas de agua se inclinaban ante los ríos de tinta bajo tu piel, y los latigazos de la primavera curaban las quemaduras del invierno, cuando el duelo y la rabia amamantaban nuestros sueños y los desiertos estaban formados por cachitos de nuestros fracasos, cuando aquellas flores cubrían el aire inundando nuestras gargantas con sus pétalos dejándonos asfixiados e inmóviles al borde del abismo para que la muerte nos salvara de nosotros mismos... sin ningún cielo al que llorarle, sin ningún campo en el que florecer.

Siempre ira, siempre templanza



El miedo hace que el síndrome se manifieste, que la ira siembre el amor entre las piernas abiertas de esta casa destruida, mismo ozono, misma fiebre, los dioses de encima sienten la necesidad de abatirnos con nuestra libertad, los dioses de ahí arriba sienten el odio más profundo forjado en los hornos del infierno donde una vez se forjó nuestro amor..

Vengo de donde la albahaca florece a destiempo



Vengo de donde la albahaca florece a destiempo. Al abrigo de tus ramificados huesos me acurruco, esperando a que me sostengas sin manos, sujeta sin manos este dolor, como la noche me sostiene ante la muchedumbre de las calles, allí donde cada gota de lluvia es una semilla esteril, allí donde las siluetas de los edificios frente a la niebla son solo el primer puerto del viaje.

Prométeme que cumplirás la profecia



Como un horizonte abierto como las heridas del alma que se curan con la lluvia y la humedad de tu pelo. Tus manos sedientas de sangre cavan una madriguera dentro del filete crudo de ternera cuyo huequito servirá de abrevadero a los pobres caballos famélicos. Esta vez me bajo en la misma parada que todos tus demonios esta vez voy a demostrarte que soy mas devastador que tus promesas de amor.

Y la desnudez nos salvó



He quemado mi cabeza en una montaña de ruedas de camión ardiendo encima de tus omóplatos, ¿Quién es el amo?, ¿Quién lleva las riendas del océano de tu lluvia? Los cuerpos se mantienen petrificados bailando bajo el canto de la frustración, bajo las alas insanas de los cuervos... contigo seré la sombra que te persiga cada noche en ese callejón sin salida. Me he tragado venenos de otras víboras por ti. ¿Nos salvarán? El lunes seguramente esté lejos de ti follándome a otra. No me confundas con alguien a quien le importas una mierda. Ante lo acontecido la venganza será pronunciada. He estado con zorras con mejor pelaje que el tuyo. Un hilo de pescar para salvar tu vida. Y el silencio nos desnudó y la desnudez nos salvó. ¿Dónde estaré?, ¿Dónde estarás? Hagamos que nuestro amor se vuelva recuerdo y nuestras lágrimas burbujas de champán.

Somos propiedad de nuestros propios miedos



He dormido en las entrañas de un aullido abierto en canal. ¿Cómo sabré? ¿Cómo sabrás? Si cuando caes estás bien y cuando mueres sonríes. Si sólo puedes cubrir tus expectativas con falsas esperanzas y la razón reposa encima de nuestros vasos de Martini, si el final está tan cerca como la cima, si la carne ya está muy hecha, si el río ya ha llegado a la sangre, y la disciplina nos recuerda lo indignos que somos obedeciendo aquello que amamos.

Masticar granada es el sonido mas parecido a abrazar tus huesos. Algún día todo cambiará. Sonreíd cabrones pronto llegará el fin.

Muñones de Axolote



Me afeito cada mañana con el camino de baldosas amarillas de Dorothy, continúo drogándome con la idea de Woodstock... Observo como se mastican las patas mis ajolotes, recuerdo cuando mi barba tocaba tus costillas a modo de xilófono... el intento de transformar nuestro mundo en algo real, imposible de concebir de otro modo, quizás estamos respirando una atmósfera... a la cual aún no hemos llegado y por eso tanta presión nos está matando...

Acariciar el perdón



Sé que estoy jugando con un dios joven que tiene miedo de ver la guerra morir, labios asesinos ocultos en el ADN de los soldados de la duda, es la biblia del cuerdo más fiero ante la indefensión del débil más loco; intercambios de fluidos, sangre y mantras difíciles de entender, cuando robas las flores y recuentas los pétalos desalojados , y ni es justo, ni es verídico, crueldad hasta en la tumba, arruinando los fusiles enfrente de los arrodillados, he escupido en mis días felices, he esperado que las ratas caben un túnel en mi estómago para escapar de tus llamas, a veces pienso que no puedo seguir pero entonces escucho una voz que me ayuda a olvidar y me acaricia el perdón…

El bosque de Can Deu



Se disuelve la orilla con el peso de tus efímeras pisadas sobre la arena dejando en cada paso parte de tu alma esperando a ser engullida por las olas y devoradas por monstruos marinos, he llevado las serpientes en la cantimplora para darte de beber su veneno cuando éramos niños y caminábamos de la mano por el bosque de Can Deu en jueves graso.

Ellos no supieron curarte



Todos tus dioses los he creado con la alquimia de la absenta a imagen y semejanza de tus lágrimas, el daño ya está hecho ahora reza por ello… viste pasillos hacia la luz donde sólo había alcantarillas, alas negras aguantándote la cabeza mientras vomitabas borracha, habías cebado mi percepción de lo bello alimentándola con el veneno de tus víctimas, ellos no te entendieron, ellos no supieron curarte, he conducido mi coche sin frenos hasta la curva final, suplicando por la inyección letal para esperar a que los santos me envolvieran con sus ropajes.

Apoxia sentimental



Y entonces caigo en las grietas de los serac de tus caricias mientras el desierto nada en tus ojos bailando junto a tus lágrimas. Eres tan viva e inerte como la carne congelada y las ganas de sobrevivir. El pecado es un color del lenguaje humano, y yo he utilizado tu voz de crucifijo para apartar a esos demonios, no temas he usado tus pestañas venenosas como recipiente de cultivo de drosophilas y le he rezado a otros dolores de cabeza.

El bambú es mi hogar sus astillas son mi sangre.



Las voces del dolor responden a mis plegarias. Las heridas me susurran cosas, es extraño, lo sé, no conozco a nadie mas que le pase, he llegado a tener conversaciones con las marcas rojas de tu piel hablando bajito mientras dormías, el dolor me cuenta cosas de ti, se las apaña para enredarme con cuentos de como fue creado, eso me excita, pero no es una excitación normal es un cúmulo de desgracias dejando huella a través de tu noble piel, aveces el silencio de no escuchar ese dolor también es violento. Soy un monstruo.

El altar ensangrentado de sacrificios



El amor es amputación y yo llevo toda la primavera esperando en el altar ensangrentado de sacrificios, adoro que me amputen desde cualquier punto de vista, desde cualquier rincón o beso, las mejores tías saben como amputar, como rasgar, estoy harto de escuchar las aburridas lágrimas de las otras parejas, no me castigues por llevar la cacería de tu amor bien dentro de mí, la extirpación sigue siendo la única vía posible de amor y créeme he volado a 11.500 pies de altura y he estado encerrado a -52 grados se de lo que hablo, y tu también lo sabes porque estabas a mi lado.