Adagio para la insurrección del firmamento



Inextirpable impromptus en el solsticio invernal, llevándose en espiral la alternancia de lo infinito, consumando tras sus vitelinas manos el tiempo, reposando sus caderas sobre cánulas de plumas negras enraizadas a la piel de la hiedra inerte, latidos que ejercen de engranajes sobre las fuerzas impalables, hoy, mis lágrimas saladas darán de beber a los campos de caña de azúcar...

El sentimiento destruye a la razón primero.

Mi lago



Construyo mi fe con cada nota herizada del vello de tu piel, sentirme a tu lado arropado por los sonidos de las teclas blancas de tu sonrisa, dejarme tiritando de vida al darme tu mano.

Ahora, a tu lado nada temo, pues me guía cada segundo pasado contigo, el aroma de tu risa impregna cada lugar recorrido, guiándome el abrazo azul de tus ojos hacía travesías insondables, esta noche aquí en medios de la inmensidad de este lago dejaré abierta mi ventana para que tu calma sea el bálsamo que cure mis tormentas...

 Para María por enseñarme a volar sobre mundos submarinos. GR

Incendios Consensuados



Pacientes terminales en terminales de aeropuerto, llevo el ruido de los motores clavado en mi mente, los oidos me pitan por la presión de acercarme a ti, empieza el frío en los trópicos, cuerpos desnudos ensamblándose como acero, escucho tu voz pidiendo perdón por megafonía, olvido por un instante todo. Orgasmo. Cuido mi lenguaje mientras mi lengua te rodea cual serpiente, estrangulaándote a besos a 8000 pies de altura, gotea el veneno de mis colmillos por tu cuerpo colándose entre tus muslos, espero que cruces el pasillo mientras tus tacones y tus caderas destruyen mi coraza, esperando que te acerques a mí para preguntarme: ¿Que quiere tomar el señor? borro el crosscheck, el landing y las instrucciones de emergencia, cometo un error, lo sé. Pero esta vez no quiero perderte, no quiero salvarme.

Piezas de caza en un rompe-cabezas de tiros



Veo a través de caleidoscópicas formas como se posan las garras de pájaros carroñeros sobre tus labios, igual que mis besos se posaban sobre el mar muerto, viéndote cruzar sobre ellos, en tu voraz devoción camino sobre santificada piel rasgada por agua bendecida, exorcismo termal.

Dejando volar mis riñones tal y como nuestra madre construía nidos envenenados para golondrinas. Hoy soy todo un toma a tierra. Y a pesar de nuestro odio y deforestación siempre nos quedará la semilla de Maria Callas.

Aquella noche dormí únicamente con mi pensamiento puesto en ella y con ese vestido ella dormía siendo la mas hermosa.

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 "Echo de menos aquellas noches en las que tú me hablabas de Turguénev y yo terminaba con el coño oliendo a cerveza" —.Miss Pizarnik