Exprímeme la sonrisa con tus ojos de perra





Y tú tendida en mi cama y yo tendido en el tendido eléctrico de mi cama:

—Haz que se pierda todo; la sangre del violín, las venas nenúfares del corazón, las olas clandestinas de tu piel de gallina, los arcos iris que hacen de caparazón a la lluvia solar, los ángeles de mármol aniquilados por la madera salvaje del tiempo amazónico, todos tus enjambres de muñecas vestiditas de azul geranio, el ejercito de posibilidades en tierras de vapor, el alma de estallidos de hambre, las donaciones de sangre de zumo de tomate, pierde el sueño recuperado de la hipnosis, las papeletas desestabilizadas de los rincones poligonales, el sufragio de rampas en el paladar, el ático de la jirafa, la virilidad, la virginidad, la impermeabilidad…

—¿Porque?

—Por amor.

Te sonreiría pero tus ojos son como dos exprimidores de naranjas para mi sonrisa. Se alquiló un cuartillo en el oasis de sus costillas, y mientras, probé a tapiar las noches pero por más que quise siempre entraría el Alba.

Exprímeme la sonrisa con tus ojos




Y tú tendida en mi cama y yo tendido en el tendido eléctrico de mi cama:

—Haz que se pierda todo; la sangre del violín, las venas nenúfares del corazón, las olas clandestinas de tu piel de gallina, los arcos iris que hacen de caparazón a la lluvia solar, los ángeles de mármol aniquilados por la madera salvaje del tiempo amazónico, todos tus enjambres de muñecas vestiditas de azul geranio, el ejercito de posibilidades en tierras de vapor, el alma de estallidos de hambre, las donaciones de sangre de zumo de tomate, pierde el sueño recuperado de la hipnosis, las papeletas desestabilizadas de los rincones poligonales, el sufragio de rampas en el paladar, el ático de la jirafa, la virilidad, la virginidad, la impermeabilidad…

—¿porque?

—Por amor.

Te sonreiría pero tus ojos son como dos exprimidores de naranjas para mi sonrisa. Se alquiló un cuartillo en el oasis de sus costillas, y mientras, probé a tapiar las noches pero por más que quise siempre entraría el Alba.

Prostitutas con diabetes y diamantes





Exculpo las cruces sembradas en el campo neuronal de mi garganta con las cuales mezclabas el mojito, y riño contra mí ser de la forma más abrupta y torturadora posible, con brusquedad para que al rozar mi ira con la silicona fortuita de tus senos recriminen los embriones circunsincrustados en mi tripofobia, se hieren como dos agujas revoloteando por el estomago de mariposa y la lengua de oso hormiguero marca el clímax de un orgasmo, porque la esperanza es solo sal de tequila, nada mas que el brillo de los talismanes de los mares del sur y noto tus angelicales latigazos en mi espalda con tu manojo de venas, pues esa es mi realidad, mi realidad mas enfermiza, tus cosquillas de rodillas en el santo sacramento del ovillo y la aguja de la princesa con tacones YSL, de las meriendas en la calva de nuestra abuela de psicosis.

Os odio de la mejor forma posible, follaros al feriante de mis nudos espaciales, al acordeonista de intervagones de tren, a la chica pija del 4B, pero no me dejéis solo en esta habitación pues el Internet acabará con mi especie, con mi especia, el amor y la agonía por la soledad de diabetes y diamantes.

Asísteme, resísteme, insísteme bajo el nivel del mar de tus desiertos de paraguas…

La absenta ocular de tus balazos





Sevilla dejó la herida más árida y la absenta mas abierta, mil lástimas, mil encantos y una lágrima a 8000 pies de altura. Nuestra belleza en ella representaba nuestro idilio, sin embargo una distancia próxima a la fingida vida y una vida de sueños y pesadillas que seguían siendo anuncios promocionales de Ryanair y pegué mis zapatos con las lágrimas de mis manos, anestesia de perfección, muertas puertas de embarque a Eindhoven resquebrajando cristal duchampiano en este fiel corazón destilado.

Te escuchaba respirar como los ruegos de los fieles, me desnudaba como las azafatas de proteínas, después de esta noche la osa mayor solo será caldo bacteriológico y así podremos desvanecernos en el puente de Londres y correr a cuenta propia, ya era hora, es el momento de volver en el avión emocionalmente cateto, con el pasillo de hormigas laterales, con los 198 pasajeros salmón, abróchense los cinturones llegan las turbulencias de la absenta ocular de tu motivación de la absenta ocular de tus abrazos y apretó las mandíbulas de sus brazos, agarró su picahielo tatuado lo arrancó de su piel y lo envolvió con la corteza cerebral para acabar haciendo una raja en mi colchón e introducirlo y cerrarlo a modo de ritual pagano de protección con hilo de azafrán.

Baleémonos y que las lágrimas hagan de paraguas.

Solo quiero ser tu ángel sin afeitar





Hay voluntades que mueren en un día, sueños que mueren en un día y amores eternos que mueren en un día. Ni tu amor es tan sensato, ni tu olor es tan ligero, ni esto es una barcaza, ni tus sueños un velero, no te niegues, se celosa, pues la fría y tempestuosa, noche razona, mejora, en enero llora, y piensa, no me odies, miles de corales, miles de flores, postales cardinales, necesitaba tu sabor, tu color, de narcótico amor a somnífero rencor, de mágica poción a refracción, nadar, reír, soñar, sentir y hablar de un planeta en explosión. Adicto a tu alambique, al tembleque espacial de tus manos al volar, a la rehabilitada soledad de la clase obrera del banquete de boda.

Ella era como una personificación de mi nombre y liberó mis brazos y rebanó con el cortacésped las tubuladas esfinges del jardín, todas las luces de tu cremallera me llevaban a ti, me juzgan, me aprietan y se reflejan al otro lado del espejo, seré el hijo de Jesús y de una magdalena.

Miéntemelo todo…





Hago castillos de cartas con tus señales radiofónicas y fijo carteles con la muy noble propaganda de mi amor, te escenifico mis batallas navales con mi cuerpo y sólo te pido perdón en el punto lunar del atardecer, así que revélate, como los carretes de foto y haz que tu quemazón sea una bonita astilla cadavérica con forma de corazón, así que no me desees demasiado fuerte y siénteme y siéntame frente a ti, en esta bonita corazonada de alambre de espino que electrificada protege tu locura de sirena por mi, así que sí, y si lo deseas vuélame sobre, desde y a hacia mi, ízame como bandera de tu dignidad, deja entreabierto el portón y apuñálame con tu ballesta.

Tus te amo genocidas en mis revolucionarios pacifistas de clase de inglés.

El amor de los desheredados




Y tus manos frías aguantando la coca cola fría,
Sonríes, los colores fríos de tu no llevar gafas,
Débil, sobre los cabellos fríos de tu correspondencia,
Tu lejanía, tú fría distancia de los 14 pasos,
Tu sufrimiento, frío y las oraciones, benditas oraciones,
Frías, como el frío amanecer de tus parpados, la fría ceguera, el frío amor
El frío dictado envilecido, la fría mariscada, el olvido,
Las frías heridas que muestran nuestras limitaciones,
Nuestras frías victorias, el espíritu inquieto, frío,
La equivocación de los Horacios, la invocación de la luz, fría,
El sacrificio frío, el juramento, la fría libertad renacida,
El frío viento que mueve las trampas de osos, frías trampas,
La bondad, el sacrilegio, el frío abrelatas de corazones de hierro,
La inocencia, la caridad del asesino, la fría bienamada, el perdón, la ceguera,
La reverencia por la claridad del eclipse de tu fría voz, se para, se pierde
Y despierto, y despiertas y me miras y sobre tu mirada mis ojos
Y sobre mis fríos ojos aluniza la frialdad de tus besos calientes.