La entropía y los coños, esa es la fina línea entre lo que se reza o lo que se ama, llegar al límite sin remordimientos, siendo radicalmente sensible a los contrapuntos de la vida, la sutil misofagia al despertarme contigo, engañándolos a todos, y dejando las cacerías para las bestias ya cazadas.
...Y entonces me columpié en los cuernos del escarabajo rinoceronte mientras observaba en la distancia un campo de chicas desnudas con sombreros indios de plumas atadas a cada uno de los pelos ásperos de la lengua de mi gato, mirando como bebían tinta negra de pulpo chino de la boca de los cuervos amaestrados de mi sed y oyendo como tiritaban sus labios allí donde una vez mis besos imitaban al reactor número 4 de Fukushima, ya lo dijo mi padre una vez; "Hay dos cosas que siempre caminarán contigo; la tragedia y las Pléyades".
...Y entonces me columpié en los cuernos del escarabajo rinoceronte mientras observaba en la distancia un campo de chicas desnudas con sombreros indios de plumas atadas a cada uno de los pelos ásperos de la lengua de mi gato, mirando como bebían tinta negra de pulpo chino de la boca de los cuervos amaestrados de mi sed y oyendo como tiritaban sus labios allí donde una vez mis besos imitaban al reactor número 4 de Fukushima, ya lo dijo mi padre una vez; "Hay dos cosas que siempre caminarán contigo; la tragedia y las Pléyades".