Prácticas de ornitología en tu falda





El crimen fue Barcelona y el cuchillo nuestra Granada y ahora sólo quedaba la aliteración de nuestro aliento, la traba y el entramado de poemas de amor.

La fatua recreación de tus besos en mis cofradías de pescadumbres y el tabloide valencianista de nuestra estereotipada relación, tantas ahuyentadas meretristes retorciéndose en la finitud del infinito. Estas eran nuestras parábolas, nuestras paranoias, nuestras parafernalias y nuestras paracaidistas de Septiembre, éramos pasajeros de la misma pesadumbre, del mismo par de psicólogas, erramos el drama sutil de tu y yo, y las clases de piano que nunca recibí, la esquiva interfonía de dos cruceros por el mediterráneo y el sentir de un bastardo bocazas en medio de la tempestad.

Mirando el anochecer de tu mirada, respirando por el pasado que nos vuelva a unir y por el futuro que nos vuelva a separar, aullando a mí ausencia dejaré de asistir a la presencia anatómica de tus cicatrices. Si al extrañarte me olvidas y al olvidarte me extrañas, si al mar le pides alma y al fracaso cama, nota cada plegaria que tatúo en tus pestañas y así, en el amanecer de tus sombras en la cita no prometida, podremos amainar el silencio de tu mirada. Y así en el cielo como en la tierra más líbranos del mar, amén, amén satánico, amén irónico, amén agnóstico, amén amado, amén odiado amén fustigado en tus sienes, amén crucificado en tus pupilas con alfileres.

Aun me quedan labios suficientes como para coronar los 14 ochomiles.

Desabróchame el universo





Éramos sus noches, éramos sus días y el cabello eran tallarines fotovoltáicos que se utilizaban como exoesqueleto y las brujas del oeste eran las maneras deshabitadas y unas barbacoas perdidas en picnics. El mensaje nos llevó a girar en sus lenguas y el interés se hizo perdición, la hiperactividad de sus pulgares y las camisas de rayas blancas y negras, las lecturas descatalogadas del equipo de diseño sexual y las respuestas húmedas en nuestro horizonte, la insolencia del mismo lodo garlanda. Decidí casarnos por el crepusculo civil, ella por el crepusculo nautico. 

El cielo nos abarca, el universo nos cubre, los rayos mis cubiertos, las nubes nuestras cumbres y en el ímpetu del reconocimiento pongo mi locura en barbecho el placer en tu pecho y el deseo es estar en tu lecho. No estaba dispuesta a retroceder en el tiempo y menos por un traidor, siendo múltiples seseos de serpientes de cascabel aleatorios en la mente de soldaditos de plomo derretidos por tus pestañas, mis lágrimas en cambio eran como el cometa Halley pasaban una vez cada 75 años, y si te vas seré como la muerte de Walt Disney que todo el mundo pensará que estoy congelada y en realidad seré cenizas, cerré la historia con tres puntos suspensivos y un punto final y ese 4 punto de mentiras se cayó al suelo rompiéndose en mil verdades.

Se agachó para tocar el cielo y la puñetera verdad se hizo dolor, dolor bajo cero que congeló su corazón, para luego ser despedazado por águilas con picahielos en el pico, una jungla de mentiras eso fue lo que hizo conmigo pero no sabia si era solo conmigo o con su cerebelo rebosante de niñez, tantas barquitas transformadas en coágulos de sangre que taponaban mi nariz, ella me mintió se montó su vida basada en una película de Baz Luhrman y tradujo todo el amor teenager en una masacre en Texas, ¿Qué era lo que había echo mal?, ¿Cual era el significado de la palabra inmadurez?, ¿Cuantas promesas lanzadas como un barco de papel que navega por el borde de la acera en un día de lluvia para acabar en una rendija de alcantarilla?, este era el sueño de una locura, la gran comparecencia de la vida tanto tiempo tratando de ser especial y sencillamente era un títere de su maldito “vive el momento”, el calor se hacía insoportable como cada uno de sus besos bajo la luna llena y éramos incoloros, insaboros, insensato eclipse de fe en ella que me deslumbró, cegándome para siempre, caminando como un faquir por encima de las ascuas de corazones calcinados.