Lágrimas de metanfetamina



He hecho metanfetamina de tus lágrimas de placer, engullendo Perseidas del ron de la luna, dispersándose mis pensamientos como metralla por tu corazón, concentrados los dos en un subconsciente inconsciente, dejando que tu piel sea sólo negras dunas de cenizas dónde fumarnos el pasado, matemáticamente ganados, rasgando el septentrional de tu ombligo.

Los quilates de oro de tus pendientes lloran gotas de sangre, lágrimas que uso de almohada para disparar al sueño, es la cara oculta de la vida la que despellejarás, un jurado de puntos de fuga cosiendo una sonrisa mal confeccionada y dos mosquitos teniendo sexo en la ventana.