Y al séptimo día... siguió a un negro





El decrépito demiurgo me tilda de arrogante cuando él está cerverísimo! Hoy me ha pasado algo grande mariloli en la línea C3 de RENFE-licidad y es que todo el vagón de tren-peratura se ha unido para reubicarme los encasillamientos estúpidos de mi ser, y gracias a esta comunidad de pasionarias y libertades guiando a los pueblos he llegado a la hora a mi destino, cardos de dios y lo he conseguido, a veces me autotectónico y me sorprendo de lo que la humanidad puede “aconseguir ajuntá”, también hoy he entrado en una sacronatilla monumental digo una sacrocapilla monumental jajaja y mira que yo soy egoteista pero mi pentacostes y el diccionario Larousse me han obligado, la verdad me sentía absolutamente cubierto de dos capas una de bechamel y otra de la capa esa de caramelo de la crema catalana y soñaba con que un inventor de chaperos con melindros en vez de brazos me escurriese y desaparecer convertido en subsuelo Gaudíano en una reflexion teórica de Gauss, en fin que el frío metástasis del plural de la gente que no dice nada me ha producido calambres en las apiérnese y no se me ha ocurrido otra cosa que preguntar ¿fumas?

Con luz brotan las semillas de Ghana que ayudan a seminaristas con pelillos en la mar capilar a resolver su LOST como la serie, en fin todo esto para darle las inmensolíticas gracias al negro que me ha indicado el camino, y que me ha hecho sentir como cuando Alicia siguió al conejo blanco!!!

Buen viaje negro con sombrero de Jacques Cousteau!!!