Prostitutas con diabetes y diamantes





Exculpo las cruces sembradas en el campo neuronal de mi garganta con las cuales mezclabas el mojito, y riño contra mí ser de la forma más abrupta y torturadora posible, con brusquedad para que al rozar mi ira con la silicona fortuita de tus senos recriminen los embriones circunsincrustados en mi tripofobia, se hieren como dos agujas revoloteando por el estomago de mariposa y la lengua de oso hormiguero marca el clímax de un orgasmo, porque la esperanza es solo sal de tequila, nada mas que el brillo de los talismanes de los mares del sur y noto tus angelicales latigazos en mi espalda con tu manojo de venas, pues esa es mi realidad, mi realidad mas enfermiza, tus cosquillas de rodillas en el santo sacramento del ovillo y la aguja de la princesa con tacones YSL, de las meriendas en la calva de nuestra abuela de psicosis.

Os odio de la mejor forma posible, follaros al feriante de mis nudos espaciales, al acordeonista de intervagones de tren, a la chica pija del 4B, pero no me dejéis solo en esta habitación pues el Internet acabará con mi especie, con mi especia, el amor y la agonía por la soledad de diabetes y diamantes.

Asísteme, resísteme, insísteme bajo el nivel del mar de tus desiertos de paraguas…