Solo quiero ser tu ángel sin afeitar





Hay voluntades que mueren en un día, sueños que mueren en un día y amores eternos que mueren en un día. Ni tu amor es tan sensato, ni tu olor es tan ligero, ni esto es una barcaza, ni tus sueños un velero, no te niegues, se celosa, pues la fría y tempestuosa, noche razona, mejora, en enero llora, y piensa, no me odies, miles de corales, miles de flores, postales cardinales, necesitaba tu sabor, tu color, de narcótico amor a somnífero rencor, de mágica poción a refracción, nadar, reír, soñar, sentir y hablar de un planeta en explosión. Adicto a tu alambique, al tembleque espacial de tus manos al volar, a la rehabilitada soledad de la clase obrera del banquete de boda.

Ella era como una personificación de mi nombre y liberó mis brazos y rebanó con el cortacésped las tubuladas esfinges del jardín, todas las luces de tu cremallera me llevaban a ti, me juzgan, me aprietan y se reflejan al otro lado del espejo, seré el hijo de Jesús y de una magdalena.