Demasiado tarde para contemplar el olvido de los amaneceres en tus ojos, el derecho de valorarnos, mi soplo frente a tu aliento, la línea de descomposición frente a los gusanos que despedazan el sueños, la cascada y la lluvia, soltando así las riendas y liberando el aire, la libertad de dudas y de vida, los caminos equivocados, la belleza de lo inhumano, la guerra infinita de instintos, la rivalidad de las verdades prostitutas, el tiempo es un muñeco de voodoo al cual le clavo las agujas de mi vida esperando que llegues y lo abraces para clavárselas bien hondas con tu cuerpo hasta matarlo, somos dinamita en fase hibernación.
Rezo cada noche por los productos sintéticos, los fuegos artificiales, la artillería ligera, a los cromatóforos, los niños mutilados y las mareas para mantenerme lejos de recordar tu fecha de cumpleaños.