Tu piel de página



Mientras escuchaba los chillidos de las galaxias en el matadero de tu silencio, he visto desangrarse sobre ganchos leyes que ni siquiera yo podía entender. Permanezco delante de las puertas de la profecía esperando que los latidos de las llamas hagan florecer las astillas de la ansiedad. Marcas de cuerdas guían mis sentidos como senderos que no hay que recorrer sobre tu cuerpo, mis dedos marcados en tu cuello marcan el inicio de la primavera, asientes arrodillada en el lado oscuro de lo puro...

 Escribo en tu piel de página: Mis sueños son cal viva para tu recuerdo.

Y a pesar de tu odio y tu lástima... me amarás. Por ser quién digo ser.

Desnudos sobre la tinta roja de las calles chinas, devorando neones, compartiendo y amputando una bisexualidad, una dualidad que maté hace tiempo con el cojín para que no respirara, te tumbas sobre los fluidos nucleares de nuestras sábanas, viendo como los sueños con retraso pierden barcos de realidad, he soñado con nuestra sangre desparramada sobre caminos de baldosas amarillas, pisoteadas por leonas y espantapajaras, he visto como te masturbas con los dedos fríos como estalactitas clavándolos como agujas en alfileteros.