Apoxia sentimental



Y entonces caigo en las grietas de los serac de tus caricias mientras el desierto nada en tus ojos bailando junto a tus lágrimas. Eres tan viva e inerte como la carne congelada y las ganas de sobrevivir. El pecado es un color del lenguaje humano, y yo he utilizado tu voz de crucifijo para apartar a esos demonios, no temas he usado tus pestañas venenosas como recipiente de cultivo de drosophilas y le he rezado a otros dolores de cabeza.