Embricándonos



La sutil ligereza con la que calor abrasa las rosa en paz de guerra, mientras embricamos los sentimientos tuyos con los míos, la luz encendida, la cayena cruzando tu espalda, de fondo los gemidos de las ranas y bajo el agua ajolotes ingrávidos sobre el lecho de fango, de silencio pronunciado con humo de cigarrillo, y Aretha en un segundo primer plano, la luna sólo es una uña cortada, tus pecas sólo son el polen tratando de fecundar tus poros, adoptamos la postura mas peligrosa la indeterminación.