Cuando la marea pronuncia tu nombre



Volvemos a casa. Solíamos montar la ola rodeados de tiburones blancos, pero ahora debemos volver y protegernos, al menos joderemos el espectáculo, cariño joderemos el espectáculo. Los dientes de mi cremallera llevan más veneno que el de las víboras de Gabón así que cuidado al desabrocharla. Somos como las batallas navales entre barcos metidos en botellas de cristal. Cuando la marea sea baja nos esconderemos de los monstruos bajo el mantillo de flores silvestres, ese será nuestro hogar.