Oxígeno, combustible, acelerador y calor



Y he hecho cima en todas tus heridas sin curar, y he cruzado caminando por encima de las agua del infierno de tus lágrimas, controlando los aludes de tu respiración que una vez sepultaron a tantos cabrones educados y con la mente sucia, he aspirado el helio de tu corazón y he comido el vómito de socializarme por ti. ¡Oh! Baby, voy a contarte secretos; mantén firme la mano sobre el puñal de tu doble moral mientras me besas, dispara justo en el centro de la clavícula, esteriliza el bisturí en absenta y recúbrelo de purpurina antes de clavarlo sobre mis pupilas.

Y sin querer te quiero, tal y como se quiere a las cosas inflamables, tal y como se quiere a las cosas que producen la combustión.