Tus manos como paredes de fusilamiento



El caos es la solución más simple a los problemas cotidianos, domesticar el caos, follárselo es la única manera de perdonar nuestros propios pecados, de cerrar las fronteras a nuestros propios demonios, ese es el mayor crimen y la más sincera salvación. Tu te hiciste guerra como esa chica buena que eres y tus manos como paredes de fusilamiento me acariciaron, devolviéndome un poco de paz.