La inopia alelada del egoteismo





Señores abogados picantones, carpinteros malabarista y burguesía alta del Bronx, soy egoteista y que!!! Sigo persiguiendo mi doble moralina en mundos paralelos con mi interpretación dantesca de mis amigos, los torrentes de desesperación praxiteliana satinada y la confusión del porfídio de mis narices de plastelina, he decidido bailar conmigo mismo y es que siempre lo he hecho, pero esta vez mis labios bailarán solos, este tango andaluz, frunciré el sueño, encaminaré mis placas fotovoltaicas a un futuro incierto lleno de castillos de arroz y cerdos mensajeros y le haré la zancadilla a mi única neurona para que pierda el conocimiento y sueñe con una zarigüeya de crin dorada!

A veces olvidamos a los que nos ofenden y malvivimos del mal, amén. Quiero descubrir en el simple "swuip" del sonido al abrir el yogurt todo un mundo de Putifares y San Juanes bautistas, Judiths y Holofernes, Jaeles y Sisaras, egoteismos de botijo en los entes canijos y clandestinas manzanas en las momias colombianas.

No tengo mucho mas que envidiar, ni decir pues en el latido de un diapasor se encuentra el verdadero devenir de la locura preventiva amazónica.

Si todos fuéramos de chocolate perderíamos la dicción de lo salado.