El amante inorgánico



La sangre se ha transformado en grosellas brotando de la misma manera sobre el amante inorgánico. Me ha herido con el pico de pájaros muertos, mientras deshacía la maleta en mi último aliento. Las bandadas de fría carne de matadero me han ayudado a sobrevivir. Me he atado los pantalones con la castración de las moscas de mi cadáver, la reputación de los lobos con sed de corderos, los reflejos de tu pelo en el lubricante de las pastillas para tragar.

Adopta la madriguera, cuenta los segundo que tardaste en caer, y así una vez, tal y como no planeamos, sobre, sólo una, pero a la vez, tal vez.