Cuando el mentir se posa como un mantillo fino encima de la pradera ahogando cada una de las malas hierbas también acaba devastando las flores de sutura que nacen entre ellas, la manera humilde de llevarse la vida de la verdad dejando las heridas abiertas, utilizando el hermetismo de la libertad como única fuente de vida, pero pequeña… no respires ese aire, no te pongas esos químicos, ni maquilles tus ansias de curarme pues mi enfermiza realidad no se corresponde con lo que tu ves, lo llamo la histeria de mi vida, lo que cada vez que despiertas a mi lado notas en tu corazón de la forma más brutal e inhumana que puedas sentir y que al fin y al cabo te ayuda a mantenerte despierta en este sueño irrelevante, en esta corazonada geoilógica.