Y el universo sabe mejor que nadie como cultivar el infierno y todas sus raíces sobre la tierra



Existe una habitación con una luz de mesilla parpadeante y un pez sobre la moqueta boqueando, ese pez que tantas veces golpeaste el cristal para asustarlo ahora descansa sobre el terciopelo azul, es el día del juicio final de nuestro placer, no quedan más salidas, no quedan mas caídas, todo se ha acabado y el salitre de tu boca aún sigue sudando flores de astracán en la nevera junto al brick de leche caducado que yo dejé...