Carta a un beso submarino
Siento lo que escribo por eso me lamento sentado en mis propias letras escribiendo lo que quizás, quizás, quizás… sienta, pero sin lugar a duda el lamento está sentado en ellas y es ese peso el que me oprime mi muñeca al escribirlas. No siento que te he perdido, ni busco justificaciones del por qué no estás ahora abrazándome mis papilas, mis pupilas. Te marchaste, porque eres libre y lo mejor de todo ahora SIENTO y eso es importante, mi corazón había saltado por los aires y tu lo has cultivado en la playa de tus caderas, ahora que te has ido volverá a latir mas fuerte e inconstante que nunca, mi cerebro continua con los mismos miedos, colisiones y confusiones, pero eso otra ya lo arreglará. La felicidad es ese verdadero paradigma del placer y el amor, ahora que no estás soy un poco menos feliz y un poco mas feliz, hay ideas que se pierden en lo que entendemos como felicidad y en lo que entendemos como necesidad, nadie nos pertenece, ni tan siquiera nosotros mismos, dicen que la realidad es frívola y que no caben los sentimientos, contigo he aprendido a apreciar el amor y creo que me hubiese gustado atreverme a ser un gran novio de esos protectores de los cuentos occidentales, pero ya sabes que yo soy mas de cuentos chinos… AMOR.
Ya sabes que mis miedos me hacen ser infeliz, un cobarde, al menos creo que eres una gran persona, creo que has sido la gran musa que he buscado y difícilmente volveré a encontrar a alguien que me llene como tu, han sido muchas coincidencias las que han echo que te quisiera y ahora sin lugar a dudas me doy cuenta que te he amado, que te amo y que te amaré. Por ti, por ti, por ti… me he alimentado de tus palabras, de tus besos, de tus miradas, de tus sonrisas y hasta dentro de mucho tiempo viviré con el recuerdo de poder seguir a tu lado, aunque estés con otro hombre, el infinito como tu dices, el infinito para mi ha sido tu manera de abrazarme, así que he tenido muchos infinitos y creo que por inercia aun me quedan por vivir muchos mas, creo que ya no tengo miedo a nada físico, creo que haberte perdido ha sido lo mas lindo que me pudiera pasar, tu tienes doce mil escritores a la vuelta de la esquina, doce mil tíos mejores que yo detrás, pero yo nunca mas encontraré una flor tan metafórica como la tuya, es triste, losé, todo es una mierda, pero es lo que hay, me hubiese encantado compartir mi locura el resto de mi vida contigo, pero los caminos y los destinos se separan, ahora serás un poco mas libre, acuérdate del viejo Cristopher cuando seas feliz. No puedo luchar contra lo que siento pero prometo cuidar lo que me has dejado dentro de mi arlequinado corazón. Hemos tenido la luna de testigos muchas veces y se que cada vez que la veas, estés donde estés, te acordaras de mi y de mi estupidez por haberte dejado volar, pero tu eres libre y siempre lo serás.
Sufriré, sufriré, sufriré… pero sabía a lo que me arriesgaba si te pedía perdón, aun así no me arrepiento de haberme dejado apuñalar por tus pestañas. Me hubiese gustado no tener que escribir esta carta, pero yo fui el que te dio un beso subacuático y es por ello que te dejo esta carta dentro de una botella engullida por una ballena debajo de tu almohada, se que eres la mujer constelación y que no te olvidarás de nuestras promesas. Aquí siempre vas a tener un paraguas y siempre correrás de mi mano bajo la lluvia por la carretera y frente a los ojos de los conductores, hemos sido un beso submarino y solo el agua ha sido el cómplice en nuestro naufragio, si alguna vez decides volver guardo un bote de Ketchup en la nevera.