Esparciendo corazones encorsetados en aspersores de jardín





Esparciendo en mí late night, corazones encorsetados en aspersores de jardín, mientras a fuera, oigo llover androides en ingenuinos crímenes de Enero. Barriles de centinelas espaciales en batallas de pasiones de amor por planetas extranjeros, destinos desparasitados de chicas astronautas con tirantes, venenosos dentífricos entre reglas colapsadas de donativos cienciaficticios alter-love, cilantros, cremalleras que no llevan a ninguna parte, moralejas perfectas, cuartadas imperfectas, venerables moscardones en llamas, devociones de grima y lágrimas.

Cadernera encadenada a la voluntad onírica de la tarántula, Scott colapsado en su hebilla construyendo placebos para hembras de mus de limón, sombrillas de meteoritos olvidados, capuchones de bolis vic, parabolas del corte ingles y pelis porno setenteras.

«Una conversación con mi odontólogo»
El chico de las gafas en espiral:
—Últimamente se han enamorado demasiadas personas de mí, creo que es por la luz artificial de mi habitación.
Dr. X:
—Es porque solo atrae la seguridad y lo inalcanzable y tú das esa imagen.
“Luego extirpó la caries y en su lugar puso sirope de fresa”